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Eduardo Florido

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La geopolítica enmohece el pan de cada día

El Sevilla llegará fresco a la Champions por su adhesión a Tebas, pero tras 17 días sin competir

Monchi y Lopetegui charlan durante un entrenamiento del Sevilla FC.

Monchi y Lopetegui charlan durante un entrenamiento del Sevilla FC. / José Ángel García

Dicen que Maharbal, edecán de Aníbal durante su exitosa incursión itálica, le dijo al formidable estratega cartaginés tras su histórica victoria en Cannas: "Sabes vencer, Aníbal, pero no sabes qué hacer con tus victorias". Se negó a marchar sobre Roma tras humillar a las legiones y recoger del campo de batalla los anillos de los patricios caídos. Y luego pasó lo que pasó: Cartago fue borrada del mapa.

Javier Tebas, y el Sevilla con él, les ha ganado la batalla a la RFEF, la FIFA y la Conmebol con el aplazamiento del partido ante el Barcelona. Pero son muchos los que piensan que justamente ahora era cuando había que caer sobre el maltrecho ejército azulgrana.

La experiencia de la pasada campaña no ha sido suficiente. Entonces el equipo de Lopetegui arrasó en la ida copera al Barça y un mes después, ya recuperado de las heridas y con mejor pertrecho de tropas el rival, el coloso azulgrana venció en la Liga y dejó una herida profunda en la Copa.

Monchi es hombre de medir al milímetro cada gesto. Y más que un gestor es un gran estratega por su obsesiva observación del detalle. "Siempre que piense que una decisión mía beneficiará al club la tomaré", dijo sobre el hermetismo en torno a las bajas y el primer equipo. Lopetegui también se para a discernir cualquier nimiedad que pueda minimizar las contingencias del azar. Pero ambos se han plegado a las presiones de la geopolítica del fútbol. Porque sólo la adhesión del Sevilla a la política -belicista- de Tebas en su lucha contra Rubiales y su afán de servir a los clubes puede explicar que los técnicos sevillistas abandonasen el pan de cada día, la Liga, y lo guardasen en la nevera, obligando a sus fieles a un penitente ayuno.

El Sevilla llegará fresco a la Champions, pero después de 17 días sin competir desde su empate en Elche. Casi otra pretemporada. El favorito del Grupo G está obligado a vencer. Y habrá de esperar que el pan de la nevera no haya enmohecido y sea incomible.

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