Tomás garcía

Doctor en Biología

Pepe Peregil y su plaza

La presencia en Sevilla de la saga Peregil se remonta a comienzos del pasado siglo

Desde época medieval, el espacio conjunto formado por las actuales plazas Padre Jerónimo Córdoba y Ponce de León era conocido como Plaza de la Paja, y también del Carbón a partir de 1731 por contener el llamado “peso del carbón” de la ciudad. La que nos ocupa recibiría la nomenclatura de Jáuregui en 1862 y la del ilustre humanista escolapio Jerónimo Córdoba Roldán desde 1943, quien cultivó sus artes literarias y docentes durante más de cuatro décadas en el Colegio Calasancio situado en sus aledaños. Esta sugestiva pero confusa plazuela, con relevantes casas como la del arquitecto regionalista José Espiau Muñoz que hace esquina con Ponce de León, tiene su cuerpo cortado en dos por una vía asfaltada con excesivo tráfico rodado. Siete hermosas jacarandas, dos catalpas y un llamativo árbol de Júpiter de flores blancas ennoblecen el lugar, como también lo hace la fidedigna estatua del añorado José Pérez Blanco, Pepe Peregil, frente a su famosa taberna Quitapesares. El monumento es obra del escultor José Antonio Navarro Arteaga y fue erigido en 2014 en honor del trovador de costumbres andaluzas, glorificado en su pedestal por un evocador poema del gran cronista trianero Ángel Vela Nieto: “Por cuerpo tenía una torre/ y era campana su voz:/ no existe en el mundo doble/ porque rompió Dios el molde/ cuando le dio el corazón”. Cantaor flamenco de estilo peculiar, sublime saetero condecorado con la Saeta de Oro, partícipe activo de las grandes festividades hispalenses y merecedor de la Medalla de Oro de la Ciudad, su templo es visitado por personajes de la farándula de toda condición y se convierte en una universidad popular del cante y el buen humor.

La presencia en Sevilla de la saga Peregil se remonta a comienzos del pasado siglo, cuando desembarca el abuelo de Pepe apellidado Pérez Gil, quien montará un efímero bar en la Alfalfa y más tarde cinco despachos de vinos o tabernas denominadas La Goleta, nombre de la finca de viñedos propia en su pueblo natal de Manzanilla: Mateos Gago, Santa María de Gracia, Santa María la Blanca (después, Bar El Cordobés), Rivero y Puerta Osario. Sobreviven actualmente las dos primeras, siendo Manuel Rodríguez Navarro (Manolo Cateca) el propietario desde hace unos diez años de la ubicada en Sta. María de Gracia, que ha promovido la mejor carta sevillana de vinos del Marco de Jerez. El patriarca Pérez Gil fundaría además dos tabernas con ansias de bar, una ya desaparecida en la Puerta Real y la mítica Quitapesares, que regenta hoy en día su hijo Álvaro Peregil al igual que la recuperada en Mateos Gago.

Este singular enclave muestra la esencia misma de la antigua Híspalis con la unión entre dos sevillanos adoptivos, un tabernero onubense y un escolapio toledano. Pepe Peregil y Jerónimo Córdoba simbolizan el alma de nuestra tierra mística y profana, acrisolada por gentes de múltiples culturas que se dejan enamorar por una ciudad que lleva nombre de mujer, sabia y tierna con sus hijos, los haya parido o no....

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