El gobierno local de Umbrete, que dirige Joaquín Fernández Garro, no recurrirá ante el Tribunal Supremo el fallo del TSJA que ha desestimado los reparos que puso a las condiciones urbanísticas con las que la Junta aprobó en 2005 la instalación de un centro logístico y tienda de Merkamueble junto a su núcleo urbano, aunque en el término del vecino Bollullos, sobre un suelo rústico.

El equipo socialista insistió ayer en que estaba en la obligación de defender los intereses de su pueblo ante un proyecto que, aunque con repercusión económica, va a conllevar incidencias en el tráfico, puesto que se apoya en el acceso a Umbrete desde la A-49 (que también sirve a Espartinas, Villanueva del Ariscal y Sanlúcar). En vista de que la ordenación conjunta de los suelos no ha sido posible, el Ayuntamiento confía en que la Junta, como "una de las administraciones responsables" de la situación, ejecute ahora las infraestructuras "necesarias" para evitar un colapso.

En el plan que aprobó en su día la Comisión Provincial de Urbanismo, en mitad de una ardua polémica entre los dos pueblos, ya preveía que la propia empresa costeara el desdoble del acceso desde la A-49 hasta sus instalaciones. El Consistorio, quiere que la Junta asuma el resto de la obra hasta el casco urbano, así como del tramo de circunvalación que conectaría el ramal de Umbrete con la carretera de Umbrete-Bollullos. Asegura incluso que ha mantenido reuniones con el delegado provincial de Obras Públicas, Lucrecio Fernández, en este sentido. El gobierno local subraya además que la renuncia a la vía judicial es "un gesto hacia la empresa", que abrirá próximamente, y hacia Bollullos, "con el que se pretende que siempre prime el diálogo como señal inequívoca de buena vecindad.

Sobre el hecho de que Umbrete haya autorizado una planta de aderezo cerca de Benacazón -algo que utilizó el TSJA para defender un tratamiento similar para Merkamueble-, el Consistorio umbreteño destaca que con Benacazón hubo consenso y que la planta no va junto a las casas.