"Nadie puede echar tanto barro al río sin que se sepa". El jefe de Puerto Gelves, Francisco Herrera, está preocupado por el comportamiento del Guadalquivir, que arrastró más de tres metros y medio de lodo a sus instalaciones. "Después de las lluvias de noviembre, empezó a entrar barro y nos encontramos con los barcos varados sobre el fondo con más de medio metro de barro en bajamar cuando normalmente tenemos tres metros de calado", explicó Francisco Herrera a este diario.

Puerto Gelves pudo capear el temporal porque dispone desde hace diez años una draga propia. "Tardamos tres meses en dragar todo el puerto y si hubiéramos tenido que alquilarla nos habría salido por más de 120.000 euros en vez de los 50.000 que nos costó entre personal y materiales", señaló el jefe de las instalaciones, que destacó que se limpiaron 33.000 metros cúbicos de arena. A estos gastos, hay que agregar las pérdidas ocasionadas por la imposibilidad de admitir embarcaciones durante tres meses, que fue el periodo de tiempo que se tardó en limpiar toda la superficie del puerto.

Estos esfuerzos no serán suficientes. "Ha vuelto a entrar la arena y ahora sólo tenemos medio metro en bajamar, por lo que nos planteamos volver a dragar por segunda vez en siete meses cuando normalmente se hace cada cuatro años", agregó Francisco Herrera, que aseguró que el fango que limpiaron "no era normal". "El barro de arrastre del río es rosado pero éste tenía un color más claro y era mucho más fino, más arenoso, porque se mueve con la marea", aseguró el jefe de Puerto Gelves.

Los navegantes habituales también se han percatado del incremento de la corriente. "Por lo menos se ha multiplicado por tres y se nota sobre todo cuando navegas desde Sanlúcar", relató Herrera, que señaló que "los veleros están teniendo problemas para subir y tienen que esperar a la pleamar".

También las mareas son mucho más fuertes, hasta el punto de que el agua llega hasta 80 centímetros más arriba que hace unos meses. "Hace dos meses hice una batimetría y la canal tenía la misma profundidad pero las orillas están cambiando porque hay zonas que son ya una playa", afirmó el responsable de Puerto Gelves.

El comportamiento del río es el centro de todas las conversaciones, hasta el punto de que en el pasado mes de abril se celebró una conferencia para poner en común posibles alternativas. "O alguien aprovechó las lluvias para largar barro o hay una explicación técnica porque si se hubiera dragado habría sido un proceso gradual, no repentino", indicó. Las hipótesis son múltiples, desde echarle la culpa a Cobre Las Cruces hasta dragados ilegales; y todas han sido descartadas. "Lo único que sé es que tenemos un problemón", subrayó.