Llega el Betis a la cita ante el Eibar en una gran racha de resultados y con el objetivo de alargarla para despedir 2018 de la mejor manera posible. Se espera, además, que haya un gran ambiente en el Benito Villamarín en una semana muy navideña en Heliópolis, y el rival, el Eibar, viendo cómo se encuentran los verdiblancos, despierta optimismo en el bético, pero los números indican precaución en La Palmera.
Y es que el cuadro bético ha perdido el último partido del año en sus últimas cinco campañas en Primera División (@BetisStats): en 2012 (Betis 1-2 Mallorca), 2013 (Betis 0-1 Almería), 2015 (Barcelona 4-0 Betis), 2016 (Alavés 1-0 Betis) y 2017 (Betis 0-2 Athletic). Es el riesgo de tener el descanso navideño a la vuelta de la esquina, de ahí que el Betis tenga hoy un partido trampa.
Un encuentro en el que el principal enemigo del Betis puede ser el propio Betis, que debe salir a tope desde el inicio en busca de una victoria con la que poner el broche a un buen año 2018, y encarar el 2019 con el sabor que deja siempre ganar ante el calendario que está por venir. Y para ello, Quique Setién cuenta con todos sus hombres disponibles, salvo los lesionados Guardado y Júnior, dejando fuera de la lista, esta vez por decisión técnica, a Sergio León y Boudebouz.
Así, el once inicial, pese a tener el cántabro algunos jugadores tocados, podría estar formado por Pau López, la habitual defensa compuesta por Mandi, Bartra y Sidnei como centrales, Tello en el carril izquierdo con Francis o Barragán en el derecho; Carvalho, Canales y Lo Celso en el centro del campo, y Joaquín con Loren en ataque. El dibujo será el habitual en un Betis que tendrá delante a un Eibar que buscará puntos que lo alejen un poco más de los puestos de descenso y, sobre todo, que le devuelva la confianza que necesita, ya que después de ganar al Real Madrid en Ipurua los armeros sólo han cosechado dos puntos de nueve posibles, incluyendo la derrota en Vallecas.
Para esta cita, José Luis Mendilibar cuenta con todos sus efectivos, y tiene muy claro cómo jugarle al equipo de Setién, apostando por una presión fuerte para robar el balón y generar fútbol y peligro siempre en campo bético, teniendo en cuenta también la necesidad de volver rápido atrás si los verdiblancos rompen la presión y encuentran el espacio con el que hacerles daño.
Por ello, el Betis tendrá que tener mucho cuidado a la hora de sacar el balón jugado desde Pau –casi le cuesta un gol de Baptistao ante el Espanyol– para superar la presión que a priori realizaría un cuadro eibarrés que cuenta en sus filas con jugadores que atraviesan por un buen momento de forma, como son los casos de Cucurella, que crea mucho peligro por el costado izquierdo; el buen hacer de Jordán en el centro del campo y la siempre batalladora pareja de delanteros y con pólvora que conforman Sergi Enrich y Charles.
Buenos jugadores en un Eibar que siempre demuestra ser un equipo muy competitivo y bien trabajado por parte de Mendilibar, que sigue siendo el gran líder del conjunto armero. Por ello, el Betis debe estar en el campo implicado al máximo, concentrado al cien por cien y demostrar la calidad que tiene en sus filas para que los tres puntos se queden en el Benito Villamarín, que registrará una sensacional entrada en el último partido del año.
La afición bética ha respondido bien a la promoción bética de entradas para este partido, donde al descanso habrá una lluvia de peluches dentro de la iniciativa de la entidad verdiblanca para ayudar a los más necesitados en estas fechas. Una atmósfera positiva para un Betis que quiere conseguir un nuevo triunfo en este encuentro trampa.
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