Tras la sanción impuesta por el Juez Único de Competición, con el cierre de dos partidos del Benito Villamarín, el Betis se ha puesto manos a la obra. Los servicios jurídicos ya preparan el recurso ante el Comité de Apelación, pero además se solicitará la suspensión cautelar del castigo. La idea es poder seguir jugando en Heliópolis hasta que se pronuncien todas las instancias jurídicas disponibles, aunque Iusport incluso aseguró que la cautelar le será concedida con total seguridad, pues así viene recogido en el Reglamento de Disciplina Deportiva aprobado por el Real Decreto de 1991.

En cualquier caso, el Betis, obligado por la resolución de Competición, eligió ayer el estadio de La Cartuja como escenario hipotético para cumplir la sanción de dos partidos. La cercanía y la posibilidad de contar con todos sus abonados rebajarían la gravedad del castigo, aunque en el club verdiblanco se sigue molesto con el discurrir de los acontecimientos.

Los dirigentes béticos insistirán, ya sea ante Apelación o ante otras instancias, en que se realice una investigación completa de lo sucedido tras el impacto del objeto lanzado en Joan Jordán. El Betis, como incluso indicó ayer Manuel Pellegrini, considera que el partido pudo haber continuado, de ahí que quiera aclarar lo que ocurrió en el terreno de juego y luego en el túnel de vestuarios.

"Algún castigo iba a haber, para mí más grave fue suspender el partido. No tengo nada que comentar, hay un órgano competente que habrá tomado una decisión según lo que investigó", expuso ayer Pellegrini acatando la sanción, aunque sí fue más contundente a la hora de valorar los hechos: "En el fútbol nunca hay que dar ventaja, jugar fuera de tu campo es una ventaja para el rival que toque, pero se hizo más daño hacia la gente no continuando el partido en ese momento, que pudo ser continuado sin problemas, que estar ahora dos partidos sin acudir a su estadio. Es un tema cerrado, hay un órgano competente y decidió".

Luis Rubiales

Competición, por su parte, ya remitió al informe médico presentado por el Sevilla sobre las lesiones sufridas por Joan Jordán, que no era desmentido por las imágenes enviadas por el Betis. "El club local aporta la sospecha de que las reacciones lesivas que ofrecía el citado jugador podrían haber sido inducidas por terceros, si bien, las pruebas de tal aseveración se consideran por este Juez carentes de la fuerza probatoria necesaria como para desacreditar el contenido del informe médico emitido por el especialista del Hospital Quirón Salud, así como tampoco desvirtúa el contenido del acta arbitral. En cualquier caso, la sospecha lanzada por el Real Betis Balompié, SAD referente a que terceros hubieran podido inducir en la reacción del futbolista agredido podrá ser objeto, en su caso, de procedimiento independiente al presente, entendiendo este órgano que no procede enjuiciar, en este momento procesal, dichas conductas que el club desliza en sus alegaciones", indicó el Juez.