Real Betis

Europa siempre es un premio al buen trabajo (1-0)

  • El Betis no necesita un partido brillante contra el Huesca para certificar que la próxima temporada jugará una competición continental

  • Un gol de Borja Iglesias de penalti fue suficiente para ganar la última cita casera

Borja Iglesias transforma el penalti que le dio el triunfo al Betis ante el Huesca.

Borja Iglesias transforma el penalti que le dio el triunfo al Betis ante el Huesca. / Antonio Pizarro

El Betis y, lógicamente, los seguidores que profesan la fe balompédica radicada en el sevillanísimo barrio de Heliópolis tienen razones sobradas para estar felices. Su equipo ya está clasificado para una competición europea para el curso 2021-22 y eso siempre es un premio a un trabajo bien realizado. A falta de una jornada, los verdiblancos ya tienen su bolita metida en el primer sorteo continental y ahora será cuestión de ver en qué torneo tendrá que defender el escudo de las trece barras.

Las opciones pasan por la Liga Europa o por la recién creada Conference League y con los tres puntos sumados frente al Huesca está más cerca la primera de ellas, que da más prestigio y también, por qué no decirlo, más ingresos económicos, algo que en la situación actual de la economía no es nada desdeñable. De los hombres de Manuel Pellegrini dependerá que sea una u otra, pues al Betis le basta con hacer, como mínimo, lo mismo que haga el Villarreal y tampoco se puede descartar el asalto a la quinta plaza de la Real Sociedad, al fin y al cabo a un solo punto de distancia, aunque el average particular favorezca a los vascos.

Todo lo anterior es la consecuencia de ese penalti fabricado y anotado por Borja Iglesias en un partido contra el Huesca que no fue, ni muchísimo menos, uno de los mejores que ha litigado la tropa de Pellegrini durante su excelente segunda vuelta. Los verdiblancos, con el combustible visiblemente al límite, se limitaron a aprovechar la mejor oportunidad que se les presentó y también, por qué no destacarlo, a mostrarse tremendamente seguros delante de Claudio Bravo.

Los verdiblancos, con el combustible al límite, apostaron por mostrarse muy seguros delante de Bravo

Sí, claro que se valora que el rival era el Huesca, uno de los equipos que están metidos de lleno en la pelea por salvar el descenso de categoría, pero muchas veces es un planteamiento inteligente no concederle ni la más mínima opción a un rival tan inferior para saber aprovechar en el momento en el que se presente una de las únicas oportunidades para decantar la balanza a tu favor.

El Betis, con una decidida apuesta por ese triángulo que integran Guido Rodríguez, Bartra y Víctor Ruiz desde que Mandi tuviera que descansar por la acumulación de amonestaciones, supo mostrarse firme atrás y resulta muy complicado hallar en la hoja de las anotaciones un solo susto para Claudio Bravo. Sencillamente porque no lo hubo. Un tiro de Sergi Gómez en el borde del área (70’) y otro de Mosquera desviado (82’) fueron los únicos acercamientos con finalización de los oscenses, pero ambos fueron tan mal ejecutados que no merecen siquiera la consideración de ocasiones de gol.

Pellegrini siguió dándole confianza al triángulo defensivo formado por Guido, Bartra y Víctor Ruiz y apostó por Rodri

Claro que el Huesca lo intentó, lo peleó, habría estado bueno que ni siquiera hubiera sido así, pero ahí está el principal mérito del Betis en esta cita tan gris, el trabajo defensivo para que los rivales no fueran capaces de acercarse siquiera a la posibilidad de propinarles un susto.

El problema estuvo, sin embargo, en que esa faceta no se vio acompañada por llegadas que también hubiera proporcionados réditos y menos intranquilidad por el marcador. Pellegrini partió con su toda su artillería en el campo, léase Borja Iglesias, Canales, Fekir y también Joaquín. Pero sí introducía una variación en busca de una mayor producción ofensiva y era la entrada del joven Rodri en el lugar que habitualmente suele otorgar a la pelea de Aitor Ruibal para hostigar al contrincante.

Rodri partió con mucho brío, con la teórica posición de ocupar la parte izquierda en la línea de cuatro que estaba por delante de Guido Rodríguez y con la libertad para sorprender por otras zonas, algo que hizo un par de veces el menudo futbolista que ha destacado este curso en las filas del filial, pero en ninguna de ellas tuvo la picardía para haber metido más guindilla a su finalización. En la primera se asoció con Miranda y en la segunda recibió el pase de Joaquín, aunque fueron más uys que otra cosa.

Así iba transcurriendo un primer periodo tremendamente plano, sin picos brillantes por parte de ambas escuadras, aunque cabe pensar que Pellegrini había apostado precisamente por eso, por no sufrir sobresaltos y por saber esperar a que llegara el momento justo para decantar la balanza a su favor.

El primer periodo fue tremendamente plano y el primer balón que se dirigió entre los tres palos fue un cabezazo de Guido Rodríguez

Acababa de taponar Gastón Silva un intento de disparo de Borja Iglesias que sí podía haber sido tremendamente peligroso cuando Guido Rodríguez dirigía, de cabeza, por primera vez la pelota entre los tres palos de la portería de Álvaro Fernández. Era el minuto 39, incluido parón para la hidratación, y ya no iba a producirse nada más ni en una portería ni en la otra.

Todo quedaba pendiente, pues, de lo que fuera sucediendo en la continuación y el arranque del Betis sí se iba a corresponder con el papel que se le presupone al que ejerce como local y encima tiene unos mimbres para luchar por una clasificación europea ante un rival que pelear por evitar el descenso. El primer aviso correspondió a Rodri con un disparo cruzado (48’), aunque también sea justo reconocer que después Bartra evitaría un susto en un intento de pase de Sandro a Rafa Mir.

Después del penalti el Betis supo ordenarse perfectamente para que el Huesca fuera siempre un quiero y no puedo

Sería lo último reseñable antes del penalti que decantaría todo definitivamente. González Fuertes estimó como derribo un contacto de Gastón Silva con Borja Iglesias y el Betis inclinó la balanza con el certero disparo del delantero gallego, una garantía desde los once metros. Y ahí prácticamente quedaría todo finiquitado, pues el Huesca era un quiero y no puedo y el Betis le bastaba con ordenarse para no pasar por ninguna situación de apuro.

Mejor así, aunque Fekir y Loren, en posición dudosa que hubiera sido revisada por el VAR de haber acabado en gol, pudieron llevar la tranquilidad a sus aficionados. Tampoco importó mucho, el Betis ganaba y se aseguraba su presencia en una competición europea, algo que siempre es un premio para la trayectoria liguera de un equipo. Son 38 partidos en total, 37 hasta ahora, y la tropa de Pellegrini está ahí porque ha acumulado los méritos suficientes para ello gracias a un magnífico trabajo. Así que toca disfrutarlo.

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