Parentalidad moderna: nuevos desafíos frente a la conciliación entre la vida profesional y familiar
Investigación y Tecnología
La parentalidad moderna a menudo se asocia con una rutina agitada y la constante atención a las necesidades de los hijos
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Uno de los problemas más destacados con los que se encuentran los padres modernos es la búsqueda de un equilibrio entre las demandas del trabajo y la vida familiar. En un mundo cada vez más acelerado y centrado en la productividad, los padres a menudo se enfrentan a la presión de tener que darles el mismo lugar a las responsabilidades laborales y al tiempo de calidad que desean pasar con sus hijos.
Es muy importante para conseguir el equilibrio entre estos dos pesados pasados, contar con una buena planificación y ser conscientes de los límites que hay que establecer, sobre todo en el ámbito laboral para que no te invada en el hogar.
La comunicación en el entorno laboral sobre las necesidades familiares, la organización eficiente del tiempo y la priorización de actividades importantes para hacer con la familia pueden contribuir a crear un entorno más equilibrado. Sin embargo, estamos en la era digital, la cual a veces dificulta que los padres puedan criar a sus hijos en este mundo saturado de tecnología.
Es muy fácil "enchufar" al niño a los dispositivos móviles a edades tempranas y, a medida que crecen, demandan más y a los progenitores les cuesta más establecer límites en el tiempo de uso de la tecnología. Fomentar un equilibrio saludable entre las actividades en línea y offline, así como establecer normas claras en torno al uso de dispositivos, son pasos esenciales. La comunicación abierta sobre los riesgos y beneficios de la tecnología, junto con la participación activa en las experiencias en línea de los hijos, contribuye a una crianza digital más consciente.
Autocuidado para los padres
La parentalidad moderna a menudo se asocia con una rutina agitada y la constante atención a las necesidades de los hijos. En medio de esta dedicación, los padres pueden descuidar su propio bienestar emocional y físico. Sin embargo, no deben olvidar que el autocuidado es una responsabilidad física y emocional que implica bienestar no solo para sí mismo, sino para la propia familia porque los niños son el reflejo del estado de los padres.
Si están nerviosos es porque los padres transmiten ese nerviosismo sin darse cuenta o si por el contrario, el menor está calmado es porque los padres trasmiten esa calma. Esto vale para todas las etapas del menor, no tiene por qué ser un bebé. Hay niños con más edad y presentan estos estados que son como un "altavoz" del interior y bienestar de los propios padres.
Tomarse tiempo para uno mismo, establecer límites saludables y buscar apoyo cuando sea necesario son prácticas que los padres deben priorizar. El autocuidado no solo beneficia a los padres individualmente, sino que también contribuye a la creación de un entorno familiar más saludable y equilibrado.
La crianza es muy agotadora. Por ello, es importante que los padres se ocupen de sus propias necesidades y lleven hábitos saludables como dormir lo suficiente y hacer ejercicio, estar bien hidratados y separarse un poco de su hijo, así como también buscar ayuda fuera de la pareja.
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