¿Tenía el cuerpo de María Branyas, la española de 117 años, el secreto de la ansiada longevidad?: "El envejecimiento no está programado"
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La historia de María Branyas abre un nuevo capítulo porque se ha publicado un estudio para entender mejor por qué es la persona más longeva del mundo hasta el momento. Así se podría comprender que características biológicas, genéticas y el estilo de vida que le permitieron vivir con una salud sin prácticamente enfermedades graves. Este ha incluido diferentes análisis moleculares y biológicos que se llevaron a cabo cuando ella aún seguía viva.
Uno de los factores más llamativos es que la edad biológica no se corresponde con la genética. Los estudios hablaban desde una franja de 17 a 23 años. Las señales moleculares del envejecimiento no se manifestaban como se esperaba con esa edad. Igualmente, sí que tenía señales de envejecimiento, pero se unen con factores de protección. "Hasta ahora, genéticamente, no hay nada que coincida en todos los supercentenarios. Se ha intentado buscar si el envejecimiento estuviera programado, igual que está la niñez, la pubertad, la adolescencia, la madurez, que es un proceso a lo largo de la vida de nuestro organismo y que tiene su proceso y digamos su paso a paso. En todos ellos aparecen marcadores, como en la adolescencia el desarrollo sexual y el cambio hormonal. Sin embargo, en el envejecimiento no hay nada".
La microbiota intestinal de la española se parecía a la de una niña. Además, en comparación con personas con una longevidad similar que han sido estudiadas, el perfil de bacterias intestinales mostraba una comparación menos degenerada con una baja inflamación intestinal. También, se ha señalado que comía yogures con regularidad, que puede ser un causante de que haya mantenido la flora intestinal saludable.
Los niveles de colesterol y otros lípidos estaban favorables y controlados. En general, el metabolismo funcionaba muy bien, con unas mitocondrias perfectas para consumir oxígeno, producir energía y manejar los radicales libres que es clave para el envejecimiento celular.
Los investigadores que han llevado a cabo la investigación detallan también que no todo puede explicarse genéticamente, sino que el estilo de vida es muy importante. Por ejemplo, no fumó ni consumía alcohol. Se mantenía activa tanto física como mentalmente a través de las relaciones sociales, ideal para el bienestar cognitivo y emocional. Además, la dieta mediterránea también fue clave.
Cada persona supercentenaria tiene unas combinaciones diferentes, y no se pueden dar unos resultados que impliquen a todos. "Aunque, sabiendo que el envejecimiento es multifactorial, es un proceso que confluye en un montón de factores que afectan al ADN, a la mitocondria, a la actividad celular, a actividades del sistema inmunitario y demás, pues, es complejo encontrar algo que los haga especiales", según el Catedrático Guillermo López Lluch, profesor de la Universidad Pablo de Olavide.
Existe una gráfica en la que se recogen todos los supercentenarios y, las personas más longevas -hasta el número 25 no aparece el primer hombre- son mujeres. Así que es otra de las diferencias que poseía María Branyas.
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