Llegó el día. El miércoles de Ceniza quedó atrás y el Viernes de Dolores se despierta con colgaduras en los balcones, pilas de sillas en la Carrera Oficial, vallas en la Avenida de la Constitución y mucha gente en la calle. Grupos de turistas y escolares se cruzan y esperan con más o menos paciencia su turno para entrar en los templos. Y en las floristerías se comienzan a recoger los encargos de las palmas rizadas con las que participar en la procesión del Domingo de Ramos en las parroquias. 

En los colegios, hay procesiones organizadas para los más pequeños  se ultiman los palcos y sillas como la cinta verde que delimitará las sillas en la calle Sierpes. 

No sólo hay colas para entrar a ver los pasos en sus iglesias o capillas. Las compras de última hora también contribuyen a que sea una mañana diferente, como de fiesta y con más personas en horas de trabajo de lo que suele ser habitual. En la capilla del Dos de Mayo el Cristo de las Aguas y la Virgen de Guadalupe en sus pasos hay un continuo entrar y salir de sevillanos y turistas que preguntan si el paso es de oro. Cerca, en el Hospital de la Caridad todo está listo para el vía crucis que se realizará a partir de las 18:30. 

A esa misma hora, desde San Ildefonso, el Cautivo que cada viernes de Cuaresma recibe las oraciones y las velas de promesa de tantos sevillanos, saldrá en vía crucis. Más tarde, se rezarán las 14 estaciones en El Juncal (20:00), Vera-Cruz (20:00) y la Sed (20:00). 

En El Valle, la Función Principal fue a las 12:00. Pasadas las dos de la tarde, muchos de los hermanos se despedían en la puerta de la iglesia de la Anunciación con el deseo de verse el Jueves Santo. Antes, casi al fila de la medianoche, será la bajada de la Virgen del altar del septenario y el traslado al paso.

Besamanos o veneraciones se suceden durante todo el día: Quinta Angustia, la Mortaja, la Soledad de San Lorenzo, las Penas. La antesala de una Semana Santa que se presenta espléndida y que comienza con los primeros nazarenos en Pino Montano. 

Y para cerrar el Viernes de Dolores, la impresionante bajada de El Gran Poder desde su altar para que el Sábado de Pasión comience el besamanos más esperado de Sevilla.