Antigua pasamanería para la nueva túnica del San Juan de la Esperanza de Triana

La hermandad de la Esperanza de Triana continúa aumentando el ajuar textil de sus titulares y, por ende, el patrimonio artístico de toda la corporación. En este caso la cofradía ha anunciado la ejecución de un nuevo conjunto a juego para la imagen de San Juan Evangelista, compuesto por túnica y mantolín en tonalidades verdes y burdeos.

En concreto dicho conjunto fue estrenado el pasado domingo en la procesión del Corpus Chico de Triana, de cuyo cortejo forma parte esta representación del discípulo amado. Tanto la túnica como el mantolín (que todavía luce a día de hoy) han sido realizados en terciopelo embellecido con una antigua pasamanería en hilo de oro. Ambas piezas han sido confeccionadas por el taller de Santa Clara.

San Juan Evangelista es una figura indispensable para conocer el devenir histórico de la hermandad. Se sabe que desde antes de 1857 Nuestra Señora de la Esperanza procesionaba junto a San Juan y la Magdalena bajo palio, en unas imágenes presumiblemente adquiridas al Santo Entierro. La imagen actual es obra de Luís Álvarez Duarte, quien en 1967 y con tan solo diecisiete años de edad, restauró la imagen que se encontraba en muy mal estado, realizándole nueva cabeza y manos, y respetando tan sólo el candelero y los pies.

La bendición de la imagen de San Juan Evangelista se realizó en febrero de 1968 por el director espiritual de la Hermandad, don José Sebastián y Bandarán. El entonces mayordomo de la Hermandad don Ángel Escarraza Sales se ofreció a costear los gastos de la intervención. En 1989, Luís Álvarez Duarte intervino de nuevo modificando la peana y dotando a la imagen de rotación en los brazos. Nuevamente fue restaurada a finales del año 2004 por el mismo autor, realizándole un cuerpo de talla y consolidando su fijación a la peana.

La imagen actual es de vestir, y fue realizada en madera policromada. Posee un carácter juvenil imberbe, destacando la perilla y el bigote, y sigue la iconografía más utilizada en las cofradías sevillanas. Se muestra en actitud dialogante, y gira el rostro hacia su derecha para colocarse al lado izquierdo de la Santísima Virgen, al contrario de cómo se ubicaba la primitiva imagen de San Juan.