Así fue la celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo en la Catedral de Sevilla

"El camino del cristiano es siempre el camino de la cruz, un camino que salva". La Catedral de Sevilla acogió este Viernes Santo la celebración de la Pasión del Señor, presidida por el arzobispo de la ciudad, monseñor José Ángel Saiz Meneses. En esta solemne liturgia, los fieles contemplaron la Pasión y Muerte de Jesucristo y adoraron su Cruz, en un día central dentro del Triduo Pascual.

A la ceremonia asistieron el nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Aúza, junto a representantes del Cabildo catedralicio, el clero y laicado sevillano, la vida consagrada y autoridades municipales. La celebración contó con una nutrida participación de fieles que han llenado las naves de la Catedral hispalense.

En su homilía, el arzobispo Saiz Meneses resaltó el profundo significado de la Cruz como "signo de victoria, no de derrota". "Ante la cual "nosotros nos postramos. No porque adoremos el sufrimiento, sino porque creemos que en esa entrega se nos ha revelado el rostro de Dios", dijo. Destacó, además, la honda devoción popular que la Cruz suscita en Sevilla, donde "se lleva en andas, se besa, se canta, se llora", como expresión de una "fe encarnada, ardiente y popular".

El prelado subrayó la cercanía de la Cruz a las realidades dolientes de nuestra sociedad: "Está presente en las familias que sufren, en los que no tienen trabajo, en los enfermos, en los ancianos que viven solos, en los jóvenes desorientados, en los inmigrantes que se juegan la vida buscando un futuro mejor, en todas las personas que viven sin esperanza. Y es ahí donde el Crucificado sigue entregándose".

La Cruz como camino de salvación y esperanza

Monseñor Saiz Meneses enfatizó que el camino del cristiano pasa siempre por la Cruz, pero "no como peso que aplasta, sino como camino que salva". En ella, "Cristo ha abierto para nosotros las puertas del cielo, por eso hoy no es un día de desaliento, sino de esperanza. Hoy la muerte ha sido vencida desde dentro, el pecado ha sido derrotado con el amor", ha afirmado.

Por ello, el arzobispo invitó a los fieles a adorar la Santa Cruz "con un corazón lleno de gratitud", como "profesión de fe" y compromiso de seguimiento. "Y cuando salgamos de esta Catedral, llevemos esa cruz en el corazón", ha concluido.

La celebración del Viernes Santo en la Catedral de Sevilla siguieron el esquema propio de este día, que no incluye la Eucaristía. Tras una Liturgia de la Palabra centrada en la Pasión según San Juan, se elevaron las solemnes oraciones universales por toda la humanidad.

El momento cumbre llegó con la adoración de la Santa Cruz, entronizada en el altar mayor. Finalmente, se ha distribuido la Sagrada Comunión, con las formas consagradas reservadas el Jueves Santo en el Monumento de la Capilla Real.

El Triduo Pascual continua este Sábado Santo con la solemne Vigilia Pascual, que comenzará a las 23:00 horas en la Puerta del Príncipe de la Catedral de Sevilla, con el rito del fuego nuevo y la bendición del Cirio Pascual.