El Corpus de Sevilla con costaleros un siglo después: “El trabajo va a ser duro por el peso y el calor”

Casi un siglo después, los costaleros volverán a llevar al Santísimo en la procesión del Corpus de Sevilla. Ya lo hicieron desde 1587 hasta que en el primer tercio del siglo XX el cardenal Ilundáin los sustituyó por las ruedas. Fue en 1927 cuando la Custodia fue portada por última vez por hombres, 16 divididos en cuatro trabajaderas. Este 2025 el paso será llevado por 30 costaleros. El capataz será Eduardo Bejarano, quien continúa con la saga familiar al frente de los pasos de la Catedral. Fue el abuelo de su padre, del mismo nombre, quien sacó por última vez el Santísimo con costaleros.

“Lo primero que tenemos es mucha responsabilidad por llevar al Santísimo por las calles de Sevilla. El comportamiento tiene que ser ejemplar”, explica Bejarano, capataz también de la Virgen de los Reyes. Han sido muchos los meses de preparación para llegar a este Jueves de Corpus. Lo han hecho prácticamente sin referencias, por lo que la experiencia será nueva completamente. “Hace casi 100 años que los costaleros dejaron de salir. El último capataz fue el abuelo de mi padre, pero mi padre no llegó a conocerlo, por lo que no sabíamos nada. Sí sabíamos que salían 16 costaleros. El paso, como hemos comprobado en la parihuela, tenía cuatro trabajaderas”, explica. Ahora, se han aumentado a seis y serán cinco costaleros por palo, 30 en total, los que se van a distribuir los aproximadamente 1.200 kilos de peso.

Bejarano sospecha que el enorme peso para 16 costaleros fue uno de los motivos que llevó al Cabildo a apostar por las ruedas. Ahora, los hombre, aunque sean prácticamente el doble, también han de hacer frente a esta cuestión: “Va a ser duro por el peso y el calor. No encontramos un paso similar en cuanto a la distribución del peso. Los costaleros comentaban en el ensayo que desde abajo parecía que se movía mucho, pero no es así. El movimiento es muy bonito, prácticamente sólo se mueven las campanitas. El ensamblaje de la Custodia ha sido dificultoso. El trabajo de Enrique Gonzálvez y del equipo de mantenimiento de la Catedral ha sido muy bueno”.

La base de la cuadrilla es la de la Virgen de los Reyes, aunque también se ha apostado por costaleros con experiencia y de confianza para afrontar una tarea dura. “A la igualá se presentaron 150”, revela Bejarano. Habrá dos relevos: en Sierpes con Sagasta y en Francos a la altura de Peyré. Las arriás y levantás será a pulso. En cuanto a los momentos más dificultosos, el capataz señala dos: “La entrada por la Puerta de los Palos porque hay pocos centímetros de margen. Y la subida por Villegas con el calor ya apretando”.

La velocidad de la procesión no se verá afectada, ya que los costaleros pueden imprimir más rapidez en sus chicotás para recuperar el tiempo de las arriás.