La Bocamanga

La Esperanza es una mano tendida

Besamanos de la Esperanza de Triana

Besamanos de la Esperanza de Triana / José Angel García (Sevilla)

La Esperanza es una mano tendida, una mano milagrosa-¿verdad, Wito?-que recoge lo que parece caer y lo sostiene amorosamente como una concha sujeta su perla, una mano hacia el infinito que marca los compases en el aire de la sinfonía de la vida. Ancla que evita la deriva, confianza última cuando todo se pierde y verde horizonte más allá de los mares del miedo, la duda y la fatalidad. Ante tantas espaldas de una sociedad cada vez más insolidaria y convenida hay siempre una mano, la mano de la Esperanza, dispuesta a calmar, acoger y sujetar acariciando el alma del que la necesite. Esa mano, la mano que ahora por esta mano mía escribe, es mano que marca rumbos y descubre orillas, mano que ofrece pañuelos de espuma para enjugar lágrimas y puertos seguros más allá de las tormentas que nos azotan en la vida. Por eso las Esperanzas de nuestra Sevilla lloran pero asoman en sus caras una sonrisa complaciente que serena tempestades, porque fueron roca que jamás cedió cuando el temporal arreció y creyeron en lo imposible en un "hágase su voluntad" que es la entrega suprema al destino ignoto de lo que uno no ve. Hoy es el día, vayan a verlas. María, Madre de la Esperanza, tiene su mano tendida, el milagro que la Fe mueve es una Caridad verde llena de Esperanza. 

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