La Virgen de la Alboreá, la imagen que convive estos días con la Esperanza de Triana en el Polígono Sur

La imagen preside junto a un crucificado esta parroquia del Polígono Sur y cuenta con una hermosa advocación

Su nombre hace referencia al palo flamenco que se le canta a las novias al amanecer

La Esperanza de Triana, más cerca de los fieles para el triduo en San Pío X

El cante por alboreá se aflamenca en el siglo XIX cuando se empieza a incluir en zambras granadinas

A nadie le ha resultado indiferente y ajena la entrañable imagen de la Virgen María que, en estos días, convive y comparte oraciones ni más ni menos que con la Esperanza de Triana, ubicada en el presbiterio de la parroquia de San Pío X con un inmenso crucificado. Aparece, con el Niño en sus brazos, en multitud de fotografías y documentos audiovisuales que están retratando la Misión de la Esperanza, pero su figura entraña una particular historia que entronca directamente con el pueblo gitano, de cuya llegada a la península se cumplen ya seis siglos de historia.

Se trata de la Virgen de la Alboreá, una obra datada en el año 1989 y ejecutada por el imaginero Manuel Escamilla Cabezas, quien la talló en el taller del Real Alcázar. En un artículo publicado por Antonio Rodríguez Babío en la web de la Archidiócesis de Sevilla, se informa acerca de esta imagen, que cuenta con una advocación hermosa y que hace referencia directa al cante que los gitanos entonan a las novias en las bodas al amanecer. La Virgen, de pie, sostiene al Niño en el brazo izquierdo, mientras que en la mano derecha guarda una rama de romero. "Viste una túnica roja y sobre sus hombros porta una pañoleta de color blanco con flecos, completándose con un manto azul, que simboliza su pureza. La corona de doce estrellas que circunda su cabeza nos señala que esta mujer gitana es la Majarí Calí, la Virgen Madre de Dios. El Niño, por su parte, se nos muestra desnudo, para subrayar su pobreza y humildad, bendiciendo con su mano derecha y sosteniendo con la izquierda una naranja, que nos presenta a Jesús como el fruto de la pureza de María, que tradicionalmente es simbolizada por el azahar. Tanto la Madre como el Hijo muestran rasgos propios de la raza calé: grandes ojos negros, piel morena, pelo negro, que le confieren gran belleza y guapura", señala Babío.

La Virgen de la Alboreá de la parroquia de San Pío X

Esta representación de Santa María "nos recuerda que la Madre de Dios, al igual que muchas mujeres gitanas, vivió en condiciones de pobreza y sencillez, tuvo que emigrar lejos huyendo del odio y del fanatismo que ponían en riesgo la vida del Niño, sufrió la incomprensión y el rechazo cuando Jesús comenzó el anuncio del Reino de amor, justicia y libertad, por lo que fue perseguido por los poderosos, y al pie de la cruz, tuvo que ver morir al Hijo de Dios que Ella había llevado en sus entrañas. Pero también, como nos enseñan tantas familias gitanas, María vivió desde la confianza en el Dios providente, supo afrontar los problemas y necesidades con alegría y esperanza y vivió desde el servicio y la entrega a los demás", abunda.

La alboreá

El cante por alboreás hunde sus raíces a mediados del siglo XIX, cuando comienza a aflamencarse y aparece en algunas zambras granadinas. Este palo proviene de las coplas "alboradas", que hace referencia a la primera luz del amanecer, y la palabra caló "boreá", que significa "a la novia". Han sido numerosos cantaores los que han interpretado este género, entre ellos, 'Agujetas el viejo', Tía Anica 'La Piriñaca', Pepe Marchena o Rafael Romero, uno de sus principales impulsores.

La alboreá se suele interpretar al compás de soleá ligera o soleá por bulerías, incluso por romances, jaleos o por tangos, aunque antiguamente se solían cantar por seguiriyas. Su estilo métrico es de doce tiempos. Las letras están formadas por cuatro versos heptasílabos, más un estribillo de tres versos, que hace las veces de crónica musical de la noche de bodas. En la alboreá bailable, es el baile el que tiene el predominio sobre el cante, es acompañada por las palmas y el guitarrista.

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