Los amantes de la ensaladilla y la gastronomía clásica de Sevilla están de enhorabuena. A mediodía de ayer reabrió sus puertas La Alicantina, histórico establecimiento situado en la Plaza del Salvador que cerró el pasado mes de julio tras no renovarse el contrato de alquiler con Antonio Palomino, hostelero que lo ha explotado durante los últimos 15 años.

De la mano de Emilio Guerrero, propietario de La Isla y con una reconocida trayectoria, La Alicantina ha reabierto con una aire renovado, pero recuperando la esencia perdida, como el hostelero explicó a este periódico en noviembre: "Nuestra idea es recuperar la esencia de la antigua Alicantina , la de Manolo Postigo". Después de unos meses de obras, el local ha sido renovado y mantiene los veladores en la Plaza del Salvador. El nuevo encargado del establecimiento, además de recuperar lo mejor de la tradición de La Alicantina, incorporará el buen hacer de La Isla.

Por otra parte, la confitería y cafetería Rafael Ochoa de la Avenida de la República Argentina permanecía ayer cerrada y con un cartel que anuncia obras de demolición del local.