El último atracador con armas de fuego que ha sido detenido en Sevilla utilizó una careta de Spiderman para cometer uno de sus robos. Lo habitual es que los atracadores utilicen capuchas oscuras, pasamontañas, bragas o cascos de motoristas, pero algunos se salen de ese código de vestimenta aséptica y recurren al disfraz con cierto sentido del humor, casi siempre inspirados en el cine o en la cultura popular.

El Spiderman de San Jerónimo es el caso más reciente. Atracó dos supermercados del barrio con una pistola detonadora, que montaba delante de los empleados, a los que luego encañonaba para que le dieran el dinero. El día que llevó la máscara del hombre araña consiguió robar 814,24 euros que había en la caja de un supermercado Dia de la calle Morena.

En el segundo atraco que cometió cambió la careta por una bufanda, y fracasó. El empleado se resistió y le quitó la prenda y la pistola. Le vio la cara y un tatuaje que llevaba en la nuca. La descripción resultó clave para que la Policía lo identificara y detuviera.

El detenido ataviado con un disfraz de Ninja, durante uno de los robos.

Antes del Spiderman de San Jerónimo ha habido otros atracadores peculiares en Sevilla. En Pino Montano cayó el año pasado un atracador que vestía de ninja. Era un delincuente de 34 años que asaltó cuatro comercios del barrio con un cuchillo de grandes dimensiones. Vestía completamente de negro y con una capucha a modo de guerrero japonés.

El ninja atracó el mismo supermercado, un Dia de la calle Estrella Canopus, dos días seguidos. Luego entró con el cuchillo y su peculiar vestimenta en una zapatería de Corral del Agua y en una farmacia de Mar de Alborán. En este mismo establecimiento robó unos meses después otro atracador al que se le conoce con el apodo del Jardinero, que también fue detenido por la Policía poco después.

El Jardinero no iba vestido de hortelano durante los robos, pero sí utilizaba herramientas propias de las labores agrícolas cuando cometía los robos. Las cogía de una parcela que tiene en propiedad. Así, además de la farmacia de Mar de Alborán, desvalijó con un hacha otra de la calle Estafeta y empleó una hoz (que llegó a clavar de forma violenta en la caja registradora) para atracar otro supermercado de la avenida de San Juan de la Salle. 

La pistola empleada por el atracador.

Más profesionales eran los atracadores de la banda del acetileno, llamada así porque su modus operandi consistía en reventar cajeros automáticos con explosivos cajeros. Liderados por Idígoras el Chileno, este grupo de delincuentes cometía los asaltos vestidos de fantasmas. Fueron una de las bandas más activas de la zona de Andalucía Occidental durante el año 2016, hasta que la Policía y la Guardia Civil los detuvieron a principios de 2017.

Reventaron decenas de cajeros por toda la provincia. En alguna ocasión se les fue la mano y causaron destrozos importantes. Un robo de este tipo ocurrió hace unas semanas en Los Bermejales, lo que despertó las sospechas de la Policía, ya que son muy pocos los delincuentes especializados en el robo con explosivos caseros.

El catálogo de atracadores disfrazados es amplio. Fuera de España, en Argentina, operaba una banda que llevaba monos rojos y máscaras con la cara de Salvador Dalí, como los asaltantes de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de la serie española La casa de papel. Recientemente un atracador irrumpió en un banco de Olivenza (Badajoz) vestido de guardia civil antiguo, con tricornio y bigote.

También ha habido varios atracadores que han optado por ocultar sus rostros con la máscara del personaje de la película Scream. Uno de ellos llegó incluso a desear un feliz Halloween a sus víctimas. En Murcia fue detenido el año pasado un atracador que iba vestido de Superman. En Valencia cayó otro vestido de payaso y en Barcelona un Papá Noel.