Sensores para controlar la naturaleza

'ICTS DOÑANA'

Un parque natural de las dimensiones de Doñana es un lugar inmenso, un espacio que parece inescrutable, casi imposible de conocer en su totalidad por la enorme cantidad de variables que habría que tener en cuenta para hacerle una radiografía completa.

La Estación Biológica de Doñana, un instituto de investigación perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se dedica a la conservación de la Reserva Biológica de Doñana (RBD), ha puesto en marcha un proyecto que pretende arrojar luz sobre lo que sucede en este espacio. Para lograrlo dispone de lo que denominan Infraestructura Científica y Tecnológica Singular (ICTS). Todo ello, gracias al apoyo económico del Ministerio de Innovación y Ciencia y la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, entre otras instituciones.

Facilitar la investigación es la intención con la que se gestó este proyecto. Por ello, han dotado al parque de equipos tecnológicos y científicos con los que automatizan y estandarizan el seguimiento de los procesos naturales que en él se producen.

La exclusividad, a diferencia de lo que podría creerse, no forma parte de esta iniciativa. De hecho, el segundo punto clave de ICTS está en su capacidad de proporcionar acceso y acogida a estas instalaciones a la comunidad científica española y del resto de países de la UE para que puedan desarrollar actividades de investigación.

Entre los casi 400 sensores instalados a lo largo de toda la RBD están las "cámaras, que capturan vídeos y fotogramas las 24 horas del día, y redes de sonido compuestos por micrófonos de alta calidad", explica Ramón Soriguer, investigador del CSIC. Estos artilugios miden la biodiversidad, las radiaciones, los gases que se liberan a la atmósfera, las aguas superficiales (y todos los parámetros que se pueden saber de ellas, como los nutrientes o las algas tóxicas que contienen), las aguas profundas y la fisiología de la planta, "es como si la tuviésemos en la UVI, controlamos la humedad de la hoja, su nivel de producción de savia, o su crecimiento", indica el experto.

Son muchos los científicos que aprovechan este recurso, "único en el mundo a este nivel", para obtener datos que sustenten sus investigaciones. Pero no sólo ellos disfrutan de estas instalaciones, televisiones y escuelas acceden libremente a las imágenes a través de la red e incluso pueden reservar algunas de las cámaras para ser su "controlador relativo" durante unos minutos, precisa Soriguer quien asegura que "al funcionar con fondos públicos consideramos que la información que obtengamos debe ser muy accesible".

Quieren completar la vigilancia añadiendo una red que controle la calidad del agua.