Sevilla

¿Cuántos turistas caben en el Alcázar de Sevilla?

El Patio de las Muñecas, uno de los espacios más sensibles, atestado de visitantes.

El Patio de las Muñecas, uno de los espacios más sensibles, atestado de visitantes. / D. S.

Fijar una capacidad máxima de acogida, establecer unos itinerarios básicos para visitas individuales y grupos, impulsar la venta anticipada de entradas, mejoras funcionales en los accesos, las taquillas y los servicios complementarios, implantación de métodos activos y pasivos para la protección del patrimonio, investigación aplicada para adelantarse a futuras intervenciones de conservación y restauración y la creación de un observatorio de apoyo a la gestión que permita analizar y estudiar los datos obtenidos de las visitas y así adelantarse a la toma de decisiones.

El año pasado las visitas al monumento superaron por primera vez la cifra de 2 millones

Estas son algunas de las recomendaciones que se extraen del Estudio sobre la visita pública del Real Alcázar de Sevilla: bases para la reordenación funcional del conjunto monumental. Esta completa radiografía del monumento y sus visitantes fue realizada entre septiembre de 2017 y abril de 2018 por destacados expertos y ya ha servido para tomar algunas medidas y plantearse otras de cara al futuro, como la necesidad de fijar la capacidad máxima del monumento en 2,4 millones de visitas al año.

La gestión de un monumento vivo y con la antigüedad del Real Alcázar es tremendamente compleja. Es necesario encontrar un equilibrio entre la visita y la óptima conservación del monumento, ya que no hay que olvidar que muchos de los males que aquejan a sus delicados elementos, son consecuencia, precisamente, de la acción humana. Por ello, desde el patronato que rige el monumento se encargó un completo estudio para reordenar la visita y así minimizar los daños en el conjunto monumental. Este completo y extenso trabajo todavía no ha sido presentado en el seno del órgano gestor, pero este periódico ha tenido acceso a él y algunas de sus medidas ya se han puesto en marcha para su evaluación.

El Salón de Embajadores tras su reapertura a las visitas. El Salón de Embajadores tras su reapertura a las visitas.

El Salón de Embajadores tras su reapertura a las visitas. / José Ángel García

El documento ha analizado los recorridos que hacen los visitantes, cuáles son los espacios más ocupados, y los más expuestos y la incidencia que el comportamiento del público produce en la distintas estancias, identificando el uso intensivo de algunos espacios tan importantes como el Patio de las Doncellas, en el Palacio del Rey don Pedro.

La ecuación que plantean los autores del estudio es clara: el incremento de la presión turística produce efectos negativos en la conservación. Por ello, es necesario hacer una evaluación precisa de la capacidad de acogida del monumento y una adecuada regulación y ordenación de la visita pública. “Hay que actuar con decisión porque, de no hacerse, las situaciones problemáticas se van a generalizar y la conservación del conjunto monumental se convertirá en una auténtica quimera”. El estudio, con los datos de 2018, cuando se registraron 1.875.744 visitantes (77% del aforo vendido), ya presentaba situaciones críticas de saturación. El año pasado, el monumento superó por primera vez los dos millones de turistas.

Como principal conclusión, el estudio señala que la capacidad máxima de acogida debería establecerse en torno a los 2,4 millones de visitas al año. Para ello se toma como referencia el Palacio del Rey don Pedro, donde se sitúan los lugares más críticos, como el Patio de las Doncellas, el Salón de Embajadores o el Patio de las Muñecas. “Con esta cifra, introduciendo las componentes relacionadas con la conservación del patrimonio y la cualificación de la visita, será posible establecer de forma precisa y rigurosa la distribución diaria y por pases horarios, así como asignar cupos a las diferentes tipologías de visitantes”.

Los primeros visitantes en el Patio de las Doncellas. Los primeros visitantes en el Patio de las Doncellas.

Los primeros visitantes en el Patio de las Doncellas. / José Ángel García

Recuento de los visitantes en cada estancia

Para llegar a esta limitación de aforo, el estudio realizó un recuento de los visitantes en los puntos de entrada y salida de las principales estancias para obtener su capacidad de acogida. Tras acceder por la Puerta del León y antes de adentrarse en el Patio de la Montería, el primer espacio con el que se encuentran los visitantes es la Sala de la Justicia del Palacio del Yeso. La visita a este lugar, que es de los más antiguos, no se prologa durante más de cinco minutos. Los conteos revelan un pico máximo en el interior de 51 personas. La recomendación es que la capacidad no supere las 40-45 personas.

El Palacio del Rey don Pedro, también llamado mudéjar, es el más atractivo para los visitantes, pero también el más sensible y expuesto por sus elementos constructivos. Los visitantes suelen pasar una media de 15 minutos en él. El saldo medio de personas que permaneció simultáneamente en su interior fue de 274 personas, con un pico máximo de 500. El análisis advierte que en los días de aforo completo, hasta 900 personas pueden encontrarse en este palacio, dejando una superficie útil a cada uno de apenas 1,4 m2. “Una situación de presión turística problemática para garantizar la conservación del patrimonio y la calidad de la visita”.

El Patio de las Doncellas, una de las estancias más saturadas y amenazadas. El Patio de las Doncellas, una de las estancias más saturadas y amenazadas.

El Patio de las Doncellas, una de las estancias más saturadas y amenazadas. / Juan Carlos Vázquez

La estancia que recibe más presión es el Patio de las Muñecas. Los conteos revelan que la permanencia de los visitantes individuales fue de 5 minutos y de 10 en los grupos. El saldo medio de personas de manera simultánea fue de 60, con un pico máximo de 120, lo que reduce a apenas 0,65 m2 la superficie disponible para cada visitante. “Es una situación de saturación que se tornará más crítica en días de aforo completo y elevada presencia de grupos, evidenciando la necesidad de replantear el itinerario y los puntos y de entrada”.

La relación entre la conservación del monumento y la acción de los visitantes es de una importancia capital, por lo que se hace necesaria su colaboración activa en la preservación. El estudio realiza un seguimiento y análisis de los hábitos y usos de la visita pública. “El contacto recurrente y continuado del público visitante con esos elementos patrimoniales provoca no sólo su deterioro, sino la necesidad de utilizar dispositivos como catenarias y señales para evitarlo o disuadirlo, favoreciendo la seguridad de las personas y la conservación preventiva del monumento”.

PULSE PARA AMPLIAR. Interacción de los visitantes en el Palacio del Rey Don Pedro. Fuente: Real Alcázar de Sevilla. PULSE PARA AMPLIAR. Interacción de los visitantes en el Palacio del Rey Don Pedro. Fuente: Real Alcázar de Sevilla.

PULSE PARA AMPLIAR. Interacción de los visitantes en el Palacio del Rey Don Pedro. Fuente: Real Alcázar de Sevilla. / Dpto. de Infografía

Los hábitos de contacto más frecuentes se producen al tocar, apoyarse en elementos y superficies o portar mochilas indebidamente, afectando a las carpinterías o los revestimientos de paramentos verticales y horizontales. El público adulto es el que más contacta con las superficies y el visitante individual supera, con mucho, al grupal al no estar tutelado. El Palacio del Rey don Pedro es la zona más afectada. El contrapunto es la Sala de la Justicia del Palacio del Yeso, en la que se concentra más del 20% del total de los contactos.

La mayoría de los contactos que ha tipificado el estudio son completamente involuntarios, pero este uso intensivo de los espacios produce un desgaste importante de los materiales cuando la visita se acerca a los límites de capacidad del conjunto monumental.

Catenarias puestas en el Palacio Gótico para proteger los azulejos renancentistas. Catenarias puestas en el Palacio Gótico para proteger los azulejos renancentistas.

Catenarias puestas en el Palacio Gótico para proteger los azulejos renancentistas. / José Ángel García

Para subsanarlo es necesario poner en marcha una serie de medidas. “El punto de partida es la limitación de acceso en un tiempo horario determinado fijado en un función de las características del lugar”. De manera paralela es necesario aumentar los efectivos de vigilancia, la implantación de métodos activos de seguridad, como catenarias o protecciones; la instalación de paneles táctiles en puntos concretos de los espacios visitables más concurridos, donde no sólo se convierten en elementos disuasorios del contacto, sino en superficies preparadas para disfrutar de su materialidad y tomar conciencia de su fragilidad y desgaste. Y, por último, la puesta en marcha de campañas para informar sobre las formas de visitar el monumento y así reducir el impacto.

Con todos los estudios y una amalgama de datos sobre la mesa, se establece un itinerario básico para los visitantes individuales y en grupo, que hasta ahora podían hacer la visita de manera libre, que si bien da libertad de movimiento, tiene el inconveniente de incrementar la presión en los espacios más críticos y generar atascos en las puertas y diferentes zonas de tránsito.

Nuevos itinerarios propuestos para proteger el complejo. Fuente: Real Alcázar de Sevilla. Nuevos itinerarios propuestos para proteger el complejo. Fuente: Real Alcázar de Sevilla.

Nuevos itinerarios propuestos para proteger el complejo. Fuente: Real Alcázar de Sevilla. / Dpto. de Infografía

Este itinerario se estructura siguiendo el modelo actual de visita general, y busca compatibilizar los diversos formatos (guiadas, con audioguía, libre, etcétera). Se organiza sobre los siguientes espacios: Puerta del León-pabellón de acceso-Patio del León-Patio de la Montería-Palacio del Rey Don Pedro-Patio de las Doncellas-Patio de las Muñecas-Salón de Embajadores (los individuales podrían acceder al Jardín del Príncipe por la puerta del Salón del Techo de Felipe II y, por el Salón del Techo de Carlos V-Patio de las Doncellas, al Palacio Gótico)- Jardín de Galera-Jardín de Troya- Jardín de la Danza-Jardín del Estanque-Palacio Gótico- Sala de las Bóvedas-Capilla- Salón de Tapices-Patio de Crucero-Apeadero y salida al Patio del Banderas. La Sala de Justicia-Patio del Yeso, las casas de la Contratación y del Asistente quedarían como opcionales para grupos pequeños y visitantes individuales. Desde el Jardín del Estanque, se accedería a la visita del resto de los jardines, cenadores, etcétera.

Señales en suelo instaladas para la reapertura del monumento. Señales en suelo instaladas para la reapertura del monumento.

Señales en suelo instaladas para la reapertura del monumento. / José Ángel García

Este recorrido se ha puesto en marcha hace unos día tras la reapertura del monumento. Este periodo de transición va a servir para analizar cómo se desarrolla y ver si se implanta definitivamente en el Palacio del Rey don Pedro, que es la zona más concurrida. El recorrido propuesto, tras analizar otras alternativas, permite seguir una secuencia histórico-temporal. Su puesta en marcha va emparejada a una señalización clara y una revisión de los paneles y las audioguías. En función de los resultados, se fijarán los puntos en los que los guías podrán hacer sus explicaciones.

Para garantizar los buenos resultados es fundamental potenciar la venta anticipada de entradas, algo que ya se está logrando, la culminación de las obras de las nuevas taquillas y la regulación normativa de la visita para, por ejemplo, distribuir los grupos por tramos horarios y escalonando su acceso al Palacio del Rey don Pedro, porque, como advierte el estudio, si copan las entradas de determinados tramos, “está garantizada la saturación y los conflictos con el patrimonio en los espacios más críticos”.

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