Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
La cibercriminalidad se estanca en Sevilla por primera vez en los últimos diez años. Esta es la principal conclusión del informe de ciberdelincuencia correspondiente al año 2024, publicado recientemente por el Ministerio del Interior. En la provincia de Sevilla se registraron 19.638 delitos cibernéticos a lo largo del año pasado. Supone un incremento del 2,15% en relación con el ejercicio anterior, 2023, que se cerró con 18.959 denuncias. Es el crecimiento más suave de la última década de una modalidad de delincuencia que se ha disparado en España, de la mano del uso masivo de las nuevas tecnologías, los teléfonos móviles y las redes sociales.
En 2015 se registraron en Sevilla 2.691 delitos cibernéticos. El año siguiente fueron 2.939, lo que supuso un incremento del 9,2%. En 2017 se alcanzaron los 3.615 casos, con una subida del 23%. Igual fue el crecimiento entre 2017 y 2018, año que se cerró con 4.442 casos. La subida más importante de la última década fue la de 2019, cuando ya hubo 7.134 denuncias, un 60% más que el año anterior. En 2020 fueron 9.630 los hechos conocidos, lo que significó un crecimiento interanual del 35%. En 2021 se superaron por primera vez los 10.000 ciberdelitos, con 10.133, lo que supuso una subida del 5,2%.
En los años siguientes hubo un crecimiento exponencial de la cibercriminalidad. En 2022 fueron 14.590, un 45% más que el ejercicio anterior. En 2023 la cifra fue de 18.959, lo que supuso un incremento del 30% entre un año y otro. Ahora, con sólo un 2%, la variación interanual de este tipo de delitos es la más baja de la serie histórica. En España han decrecido por primera vez. En el conjunto del país se denunciaron 464.801 delitos de esta tipología, lo que supone una disminución del 1,6% con respecto a 2023. Ese año fueron 472.260 los casos.
En Sevilla, aunque hayan crecido ligeramente, puede hablarse por fin de estancamiento tras años de fuertes subidas. Esto no debe hacer olvidar que uno de cada cinco delitos que se denuncian en la provincia de Sevilla son ya cometidos mediante las nuevas tecnologías. También hay que tener en cuenta que el crecimiento de los ciberdelitos ha sido desmesurado en la última década. Entre 2015 y 2024, la variación porcentual es del 619,7%.
La gran mayoría de ellos son estafas, de las que se denuncian una media superior a las 40 al día. El 88% de los ciberdelitos corresponde a fraudes y estafas, mientras que sólo el 4,2% son falsificaciones informáticas. Aquí se engloban casos como los de usurpación del estado civil, falsificación o tráfico de tarjetas bancarias y otras falsedades documentales. El resto de los delitos se reparte entre las amenazas y coacciones (3,8%), acceso e interceptación ilícita (2,1%), interferencia de datos y en sistemas (0,4%), delitos sexuales (0,4%) y contra el honor (0,2%).
Sevilla es la cuarta provincia española en número total de denuncias, por detrás de Madrid (con 73.477), Barcelona (55.955) y Valencia (24.461), y por delante de Málaga (18.137) y Alicante (17.913). La representación territorial de los hechos denunciados revela que, a lo largo de 2024, Andalucía, Cataluña y Madrid se encuentran entre las comunidades autónomas con mayor concentración de infracciones penales en el ámbito de la cibercriminalidad.
Los datos relativos a victimizaciones según grupo penal y sexo sirven para definir las características y el perfil de las víctimas de los delitos informáticos en España, apunta el informe de Interior. En 2024, las victimizaciones registradas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad alcanzaron un total de 350.975, lo que representa una disminución del 1,08% respecto a 2023. El 51,2% corresponde al sexo masculino y el 48,8 al femenino. La mayoría de las víctimas de ciberdelincuencia se encuentran entre los 26 y los 40 años y son principalmente objeto de fraude informático, sobre todo las estafas relacionadas con tarjetas de crédito o débito y cheques de viaje.
En cuanto a la nacionalidad de las víctimas, el 14,4% son de nacionalidad extranjera, mientras que el 85,6% restante corresponde a personas de nacionalidad española. Dentro de las víctimas extranjeras, destacan las originarias de Marruecos (1,4%), Colombia (1,3%) y Rumanía (1%). El fraude informático es el delito con mayor incidencia en todos los grupos de edad establecidos, salvo en el caso de los menores, que no siguen el mismo patrón que el de las víctimas adultas. Este grupo presenta una mayor vulnerabilidad ante otro tipo de delitos, especialmente las amenazas, coacciones y delitos sexuales.
La ciberdelincuencia de naturaleza sexual tiene su mayor incidencia en menores de edad, con valores particularmente elevados en el sexo femenino. Además, se observa que, en el grupo de mayores de 65, el fraude informático destaca en términos porcentuales dentro del total de delitos de cibercriminalidad registrados para cada rango de edad.
El número de detenidos e investigados fue de 19.322, de los que el 71,5% fueron hombres. Los principales motivos de estas intervenciones fueron por fraudes, amenazas y coacciones y delitos sexuales. La mayoría de las mujeres detenidas e investigadas fueron por estafas. El 76,2% de los arrestados son españoles, mientras que la franja de edad más común entre los sospechosos es de 26 a 40 años.
Recientemente, la Policía Nacional alertó del incremento en Sevilla de la conocida como estafa del like, que se propaga principalmente a través de redes sociales y plataformas de mensajería. Este esquema engañoso, disfrazado como una oportunidad laboral sencilla y bien remunerada, ha empezado a afectar a miles de sevillanos y usuarios en todas partes del mundo.
La estafa funciona bajo una apariencia inofensiva. Los estafadores contactan con sus víctimas por aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales o incluso correos electrónicos. Lo hacen con una suculenta oferta para ganar dinero, simplemente por dar likes o me gusta a publicaciones en redes o interactuar con contenido online. A cambio, prometen comisiones diarias o pagos inmediatos por cada tarea realizada.
Inicialmente el trabajo parece legal, se paga una pequeña cantidad por unas cuantas tareas, generando de esta forma confianza en la víctima. Sin embargo, en poco tiempo, los estafadores piden a las mismas que hagan depósitos “para acceder a mayores ganancias” o “recuperar fondos retenidos”, pero finalmente el dinero invertido nunca se recupera, y los delincuentes desaparecen con las transferencias realizadas.
Los ciudadanos que caen en estos engaños suelen ser personas jóvenes en búsqueda de ingresos rápidos, personas desempleadas o usuarios que desconocen como funcionan este tipo de fraudes.
Otra de las estafas informáticas más extendidas en los últimos meses en Sevilla es la conocida como el vishing. Se trata de un timo que se ampara en supuestas ofertas y mejoras de contrato por parte de operadoras de telefonía, en los que las víctimas nunca reciben los terminales de alta gama por los que han pagado. A este timo hay que unir otros ya clásicos que siguen funcionando, como los del hijo en apuros o el del Man in the middle, éste más enfocado a las empresas.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios