La corrosión del bronce obliga a restaurar la estatua de Cervantes

La intervención de Urbanismo para proteger con resina acrílica el metal durará menos de dos meses tras una inversión de 6.000 euros

La corrosión del bronce obliga a restaurar la estatua de Cervantes
Manuel Ruesga

31 de mayo 2016 - 05:03

La corrosión del bronce obliga a restaurar la céntrica estatua de Miguel de Cervantes. Los trabajos de Urbanismo para proteger con resina acrílica el metal durarán menos de dos meses tras una inversión de 6.134 euros. Ésta es la principal patología que sufre el monumento que realizara Sebastián Santos Calero por encargo del Ayuntamiento en 1974.

El informe de los técnicos de la Gerencia indica que los elementos de bronce de la estatua presentan diferentes coloraciones fruto de su exposición continuada a agentes medioambientales como la lluvia o el viento. "Estas tonalidades evidencian los procesos de transformación del metal original, un proceso degradante potenciado por la contaminación urbana con presencia de azufres, amoniacos y partículas metálicas derivadas de la concentración de hidrocarburos". Recomiendan su protección aplicando resina acrílica sobre el metal para que actúe como capa de sacrificio y un tratamiento estabilizador de la corrosión.

La suciedad es otra de las patologías que padece. El monumento se encuentra afectado de forma generalizada por una capa de suciedad y polvo asentada en su superficie. Los expertos observan en su pedestal depósitos residuales fuertemente adheridos a la superficie con distintas procedencias. Por un lado, se detectan zonas con restos de adhesivos degradados procedentes de pegatinas y carteles que fueron colocados. Otras zonas muestran oscurecimiento por la expansión del biofilm. Destacan por su extensión las manchas de lavado del bronce propiciada por la lluvia, que se aprecia en las partes verdes del pedestal. Todos estos depósitos generan a largo plazo el desgaste de la superficie, lo cual favorece su penetración, degradando aún más la obra. Entre los tratamientos estarán la limpieza superficial, mecánica y química.

En las uniones de las diferentes placas que componen el pedestal de la estatua se han detectado puntuales pérdidas de material, lo que constituye una entrada importante de agua y un foco de humedad, que acelera el deterioro del conjunto. Al sellado de las juntas de unión con la reposición de morteros siguiendo textura y tonalidad, le acompañará un tratamiento hidrofugante mediante una impregnación con el fin de impedir la absorción de agua y el efecto de la humedad.

El monumento situado en la calle Entrecárceles está compuesto por un pedestal realizado en granito y mármol blanco que sostiene la figura en bronce. Esta figura de rasgos naturalistas está modelada hasta la altura de las caderas y se representa al escritor con jubón, cuello de gola y capa plegada sobre el hombro izquierdo. Muestra un ejemplar del Quijote en una mano, con la otra sujeta la empuñadura de una espada.

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