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El juez descarta motivos ideológicos en el despido de Castaño en DeSevilla

Declara procedente su salida de la entidad porque se debió a las "sucesivas pérdidas" ejercicio tras ejercicio.

J. Muñoz

02 de julio 2013 - 05:03

El despido de la Fundación para la Formación, Innovación y Cooperación de Sevilla (DeSevilla) del que fuera asesor del grupo Socialista Domingo Enrique Castaño no se debió a motivos políticos ni ideológicos. El juez de lo Social número 7 de Sevilla ha considerado procedente el despido del colaborador del anterior alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, al entender que el mismo se debió a la "grave crisis económica de la Fundación y el cese de su actividad", que motivaron no sólo el despido de Castaño, sino también del resto de los trabajadores, "lo que excluye el móvil ideológico en su despido".

El juez descarta que la salida del ex asesor de Monteseirín guarde relación con su adscripción ideológica porque, insiste, "constan suficientes elementos de prueba sobre la nefasta situación económica de la Fundación y la decisión de la misma de proceder por tal causa a su disolución, de suerte que fue precisamente la corporación municipal del propio partido político del actor la que el 9 de junio de 2011, cuatro escasos meses antes del despido, la que puso de manifiesto que la Fundación estaba abocada al cese de su actividad y al despido de sus trabajadores".

Para el magistrado, las causas del despido, tanto productivas como económica, están suficientemente probadas y concluyen en la "sucesiva acumulación de pérdidas, ejercicio tras ejercicio, y la ausencia de proyectos a ejecutar". El juez recuerda que la deuda de la Fundación DeSevilla en septiembre de 2011 ascendía a 1,4 millones de euros, por lo que un informe del interventor general del Ayuntamiento concluyó que para la viabilidad de la Fundación sólo había dos alternativas: aportar a su patrimonio por el Ayuntamiento 1.552.627 euros o proceder a su liquidación. El 5 de septiembre de 2011, el gerente de la Fundación emitió un informe en el que ponía de manifiesto que debía procederse a la liquidación y a la extinción de todos los contratos de trabajo por causa económica y productiva. Domingo Enrique Castaño fue despedido el 5 de octubre de 2011 junto a otros tres trabajadores y sólo permaneció unos meses más una trabajadora que se hallaba de baja por maternidad.

Una prueba de la pésima situación de la Fundación es que el 5 de octubre de 2011 DeSevilla tenía en sus cuentas bancarias únicamente 14,43 euros. La sentencia señala que en la carta de despido que se entregó en su día a Domingo Enrique Castaño, la Fundación alegó tanto las causas económicas como las productivas, ante el descenso de programas y proyectos y que abocaban a la disolución.

El abogado Carlos García Quílez, que representa a Domingo Enrique Castaño, ya ha anunciado un recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), al no estar de acuerdo con los fundamentos del fallo. La defensa había alegado en el juicio que el despido fue una "persecución y represalia" política.

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