¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Ussía, el último acto del “otro 27”
Sucesos
Con la muerte violenta de Erica Vanessa, la comunidad nicaragüense en Sevilla añade una nueva desgracia a la lista de sucesos que la vienen rodeando desde hace unos meses. Sin duda es el más grave, pero los responsables de la Asociación Sevilla-España recuerdan que hay dos compatriotas desaparecidos, una mujer y un hombre, sin que todavía se sepa qué ocurrió con ambos.
El primer caso data de marzo. Dolores Carcache, de 51 años, viajó a Sevilla para casarse con un hombre al que había conocido por Facebook en 2020. En julio de 2022 se trasladó desde su país a España con el fin de reunirse con él y, tras una estancia en Toledo, acabó en la capital andaluza. A partir de mediados de marzo, sin embargo, empezó a no responder las llamadas de su hija, con quien sólo contactaba a través del teléfono de su novio. La familia denuncia que el varón en cuestión tenía antecedentes de violencia de género. “La sacó de donde estaba trabajando”, dice la hija.
El segundo caso ocurrió el 20 de mayo. José Bismark Jarquín, de 38 años, acudió a un cumpleaños en un bar de la Macarena y sobre las once de la noche salió del establecimiento para regresar a El Viso del Alcor, donde trabajaba en labores agrícolas. Nunca llegó. Desde entonces, ni sus familiares (está casado y tiene tres hijos) ni sus amigos han vuelto a saber nada de él. Su hermana denunció el caso ante la Policía, pero no ha tenido “ninguna noticia”, como lamenta el responsable de la Asociación, José Daniel Rodríguez Madrigal.
La organización se ha volcado con las familias de Dolores y José y ha emprendido distintas campañas en las redes sociales para denunciar los casos y colaborar en la medida de lo posible con las autoridades, pero por ahora ninguna medida ha servido para aclarar qué ocurrió con estos dos nicaragüenses que buscaron una vida mejor en Sevilla.
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