"Un empresario que no sólo ha hecho negocio"

Decía yo en la fría noche del 26 de enero del pasado año, con ocasión de la entrega del I Premio Manuel Clavero al eminentísimo y reverendísimo y señor cardenal arzobispo emérito de Sevilla Fray Carlos Amigo, que sería difícil encontrar futuros candidatos con tantos méritos a un premio destinado, por voluntad de sus fundadores, el Grupo Joly y el Grupo Persán, a reconocer valores cívicos que sirvan de la máxima ejemplaridad para la sociedad sevillana, como los que adornan a la persona cuyo nombre ha servido para titular esta alta distinción: Manuel Clavero.

Mi temor se ha disipado. El jurado que he tenido el honor de presidir también en esta segunda edición, honor que agradezco a los fundadores, no ha tenido dificultad alguna en encontrar a una persona de indiscutibles méritos para recibir este II Premio Manuel Clavero: José Manuel Lara Bosch, segundo Marqués de El Pedroso de Lara. Esta vez un seglar, también "de altura", como el cardenal, que alcanza el listón que tan alto puso el Jurado en el I premio, porque en la sociedad civil ha contraído los méritos relevantes que con esta distinción se reconocen.

En tres dimensiones destaca el jurado los méritos del premiado:

En primer lugar, en la de empresario; en segundo, en la de titular de empresas editoriales y de medios de comunicación; por último, en la de "mecenas".

El acta del jurado subraya en primer lugar su condición de empresario, ejerciente de una actividad económica organizada para la creación de riqueza, de capital y de trabajo, como medios de producción de obras y servicios. En ese aspecto, José Manuel Lara Bosch es un empresario modelo, continuador y creador de empresas, que asume riesgos para crear riqueza, fiel al compromiso y a las responsabilidades sociales de esa profesión, defensor de la economía de mercado y de la unidad de éste, en el modelo de la CE, protagonista muy activo de organizaciones empresariales, creador de decenas de miles de puestos de trabajo y defensor valiente de ese modelo en los tiempos de graves crisis económica y política que atraviesa España.

Pero es que, además, nuestro premiado es empresario de actividades de extraordinario valor social: productor de libros, que siguen siendo el elemento fundamental de la cultura, el pan del espíritu, y de medios de comunicación, que canalizan la libertad de expresión y satisfacen el derecho a la información de los españoles, sin los que no se concibe una sociedad democrática.

Sucedió a su padre José Manuel Lara Hernández, Primer Marqués del Pedroso de Lara -mi buen amigo, del que tan vivo recuerdo guardo- en la presidencia del Grupo Planeta, el más importante de España y de Iberoamérica en el negocio editorial. Si su fundador revolucionó con él el mercado del libro, su sucesor no sólo ha sabido continuar la empresa familiar sino desarrollarla en número, hasta superar el centenar de empresas, y en actividades de comunicación multinacional, de información escrita y oral, prensa, radio y televisión. Planeta es, en efecto, primer accionista de Antena 3 y accionista de referencia de La Razón. Bastan estos ejemplos.

Pero los Lara no sólo han hecho "negocio"; han hecho cultura. Nadie como ellos ha difundido el español escrito y ha fomentado ese tesoro que es la literatura en nuestra lengua, como creación del espíritu, como bella arte. Un mercado abierto a más de quinientos millones de hispanohablantes, que hablan y leen en español. Ese mérito queremos premiarlo en la persona de José Manuel Lara Bosch.

Finalmente, nuestro premiado es un mecenas ejemplar, en esa función, tan precaria todavía en España, de protector de la cultura. Sus fundaciones dotan premios literarios de prestigio mundial. Una de ellas, la más vinculada a nuestra tierra, la Fundación José Manuel Lara, con sede en Sevilla, también creada por su padre, está destinada al fomento y proyección del patrimonio cultural de Andalucía, un exponente del arraigo de los Lara en esta tierra, que es la suya.

Un mecenas que tantos premios concede, bien merece recibir el Manuel Clavero.