La Guardia Civil desarticula una banda que desde Sevilla eliminaba residuos peligrosos de 200 talleres de media Andalucía
Los cuatro detenidos ocultaban los restos tóxicos en una nave clandestina de Alcalá de Guadaíra y luego los incineraban sin ningún control por parte de la Administración
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La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal, con base en Sevilla, que estaba especializado en la falsificación documental y la destrucción de residuos altamente peligrosos para la salud pública y medioambiente procedentes de varias decenas de talleres mecánicos de la provincia de Sevilla, Cádiz y Huelva. Hay cuatro detenidos que ya han pasado a disposición judicial.
La llamada operación Filtersev fue emprendida por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, en colaboración con agentes del Equipo ROCA de la Compañía de Carmona, tras tener conocimiento de que un trabajador de una empresa de gestión de residuos podía estar acumulando fraudulenta y clandestinamente restos de desechos y residuos de numerosos talleres de la provincia en una nave industrial de una empresa familiar igualmente dedicada a la gestión de residuos.
Los talleres mecánicos son pequeños productores de residuos considerados como peligrosos: baterías, restos de aceite mineral usado, líquido de frenos y, sobre todo, los filtros de aceite usados de vehículos. Según la normativa vigente, estos negocios están obligados a contratar el tratamiento y la eliminación de semejantes productos a través de empresas gestoras homologadas en residuos, así como a confeccionar declaraciones anuales de actividad. El objetivo es facilitar a la Administración el control de la cantidad y trazabilidad de los residuos tratados y su destino final.
A raíz de estos hechos se abrió una línea de investigación sobre esta persona, considerada el presunto cabecilla de la trama, que permitió a los agentes constatar el modus operandi del grupo.
De este modo, los integrantes desviaban y ocultaban los productos que habían retirado de cerca de 200 talleres de las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva a una nave clandestina ubicada en el término municipal de Alcalá de Guadaíra. Así trataban de burlar los controles y los procedimientos legales con la Administración, sin tener que pasar el material por una planta de tratamientos homologada para ser destruidos según la normativa vigente.
Paralelamente, esos productos, en especial los filtros de aceite, eran incinerados al aire libre en grandes bidones. Este proceso duraba largos periodos de tiempo debido a la dificultad y resistencia de ese producto a su destrucción. Este fraude provoca una emisión de contaminantes atmosféricos tóxicos que pueden llegar afectar negativamente a la calidad del aire y suponen un riesgo para la salud pública, según ha advertido la Guardia Civil en un comunicado.
Con estos datos, los investigadores procedieron a la inspección de más de 50 talleres para la comprobación de la documentación aportada, en colaboración con Departamento de Residuos de la Delegación de Medio Ambiente de Sevilla.
Durante el desarrollo de la investigación se pudo constatar también la falsificación documental realizada por parte de los responsables de los talleres junto con el líder del grupo criminal. Este les gestionaba la propia documentación y declaraba una cantidad menor a la realmente recogían para su destrucción, por lo que documentalmente la empresa no hacía sospechar a la Administración de la eliminación llevaba a cabo de manera incontrolada.
La operación finalizó con la investigación de cuatro personas como presuntos autores de un posible delito medioambiental y delitos de falsedad documental. Todas fueron puestas a disposición judicial junto con las diligencias instruidas, aunque la operación continúa abierta por parte del Seprona y no se descartan nuevas actuaciones en el marco de esta investigación.
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