Francisco Correal
De Sevilla a Dublín con viaje de vuelta
La Guardia Civil y la Policía Nacional encontraron la tarde del domingo más de 1.700 kilos de hachís y dos armas de guerra en Camas. La droga y las armas estaban ocultas en una nave que era utilizada como guardería, en un polígono industrial de esta localidad. El hallazgo se produjo gracias a la colaboración ciudadana. Durante toda la tarde noche pasada ha sido constante el ir y venir de coches patrulla y agentes por la zona.
La cercanía del polígono industrial donde se produjo el hallazgo con el río Guadalquivir avala la teoría de que pudieron llegar por esta vía. En los últimos años, el Guadalquivir se ha convertido en una vía importante de entrada de droga, no sólo del hachís procedente del norte de África sino también, especialmente en los últimos meses, de cocaína.
Este es uno de los alijos más importantes de lo que va de año en la provincia de Sevilla, donde las Fuerzas de Seguridad del Estado mantienen una intensa vigilancia sobre el Guadalquivir y sus zonas aledañas. Este es uno de los factores que explica por qué los narcotraficantes buscan ya ubicaciones tan alejadas de la desembocadura para poder guardar la droga, pues en los últimos años han sido múltiples las operaciones contra el narcotráfico en zonas como Lebrija, Isla Mayor, La Puebla del Río, Gelves o Coria.
Ahora, las organizaciones siguen remontando el Guadalquivir río arriba y pasan incluso de Sevilla capital tratando de burlar la vigilancia. El uso de armas de guerra también se ha extendido entre las bandas de narcotraficantes, que las emplean sobre todo para defender la mercancía ante organizaciones rivales. El fusil de asalto Ak-47, más conocido como kalashnikov, es la más extendida de estas armas, dado su uso en los países del Este y cuyo control se relajó enormemente tras la caída del bloque soviético.
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