“La loba soy yo, una Mowgli de la música que no tuvo una vida fácil”
Los Invisibles | Eva Mengívar
Empezó con siete años en El Patio Sevillano, en el cuadro artístico de su tía Milagros Mengíbar. La sobrina maduró con referencias familiares de Triana y San Fernando
ES hija de Naranjito de Triana y sobrina de Milagros Menjíbar. El doble legado que estalla en Eva Mengívar (Sevilla, 1975). El día 15 cumple años (“soy del primer 15-M del año”) y presenta Los obreros del arte.
–¿Dónde empieza todo?
–En San Fernando, de donde era mi abuela Pepa, mi viejita de pelo plateado. Se vino a Triana porque mi abuelo trabajaba en la Hispano-Aviación. Hablo mucho de ella en un libro que estoy escribiendo, Reflexiones de la loba.
–¿La loba es ella?
–La loba soy yo, una Mowgli de la música que no hay tenido una vida muy fácil que digamos.
–¿Qué es ‘Los obreros del arte’?
–Antiguamente, los artistas eran artistas y además vivían del arte. Hoy, además de artistas trabajan de albañiles, camareros, porteros de discoteca, repartidores, informáticos. Como ahora todo vale. No deberían haber quitado la tarjeta verde de artista que daba un jurado después de un examen en el teatro San Fernando. Estoy contra esos programas comoLa Voz con los que las televisiones sólo buscan dinero.
–¿Sus raíces de San Fernando pasaron por Camarón?
–Lo conocí en un festival de Punta Umbría en el que también estaban Aurora Vargas, Bobote, Eléctrico, Menese, Fosforito, mi padre. Yo tenía doce años. Me quedé prendada no de su cante, a mí entonces me llegaba más el estilo de mi padre, sino con su persona, con esa timidez.
–¿Su bautizo artístico?
–Con siete años. Yo empecé bailando en el cuadro artístico de mi tía Milagros en El Patio Sevillano, en el Paseo Colón. Todo el público eran extranjeros. Mi padre era muy crítico con los suyos. A mi hermano le decía que si quería ser guitarrista, que fuera el mejor. Desde muy niña me moví entre artistas. Mi madre había sido secretaria de Pulpón.
–¿Naranjito le contó alguna vez cuando actuó ante Evita Perón?
–Salieron de una tarta gigante él y Narci Díaz, la tía de Silvio. También nos contaba cuando tuvo que cantar de niño subido en las piernas de Franco. En el corral donde vivíamos se hablaba de la guerra, de los disparos, de que Franco no podía con los homosexuales. Mi abuelo paterno era guardia civil. También le decían Naranjito porque cogía naranjas.
–¿Y el salto del baile al cante?
–Empecé cantando saetas del tirón. Con 15 años, fui la saetera más joven del Beso de Judas. Le canté desde la casa de la duquesa de Osuna. La segunda vez, a la Macarena en calle Parras, junto a la casa de la saetera Marta Serrano. De allí fui a la calle Pureza, donde mi padre iba en la presidencia del palio de la Trianera.
–¿Cruzó el puente?
–Soy trianera acérrima, pero de Virgen soy macarena. siempre me hace llorar, será por algo. Yo no soy creyente de figuras, mi relación con ella es de persona. Me cautivó en una convivencia que hice con el grupo joven de la Esperanza de Triana.
–¿Qué aficiones cultiva?
–Me encanta bañarme desnuda en la playa en verano o en invierno. Es la libertad absoluta. Conmigo no va eso de estar monísima y delgadísima. Un potaje de berzas o un pan mojado en tomate no le puede hacer daño a nadie. Me encanta leer y escribir. Y viajar. A República Dominicana he ido tres veces. La primera con Pepe Barroso, que produjo mi primer disco, Jaranda. Lo conocí por medio de Malú. Siempre hemos tenido mucha relación con Pepe y Paco de Lucía.
–¿Sus fuentes artísticas?
–Yo soy muy antigua: José Luis Perales, Alejandro Sanz, Dyango, Alberto Cortez.
–Los ‘culturetas’ no saben que una canción de Perales, ‘¿Por qué te vas?’, es el hilo musical de la película de Saura ‘Cría Cuervos’...
–Perales es un poeta de la música, peor hay mucho prejuicio. Es como Paco Cepero, que hizo para Rocío Jurado esa maravilla titulada Volcán de amor y fuego. Hay músicos que son más artistas que los artistas. Yo llevo en el espectáculo a un guitarrista, Óscar Linares, que tiene su grupo de rock, toca la guitarra acústica y la moderna, canta por Pepe Pinto y está escribiendo un libro titulado Qué sonetos.
–¿Es artista de redes?
–El discurso de soy joven, moderna y actual. Parece que si no eres follewer no eres artista. Tienes que estar en las fotos. Yo soy de pijama, babuchas y delantal.
–¿Siente nostalgia de los corrales de vecinos?
–Yo me he criado en un corral con las puertas abiertas. Y Umbrete es lo más parecido que he encontrado a eso, cuando mi abuela oía llegar a mi abuelo y le decía el Caporal, el Baranda. Nunca supe cuál era el nombre de mi abuelo.
–Parece el ambiente de ‘Qué bello es vivir’, la película de Capra.
–Era un rollo de los Álvarez Quintero. Mis abuelos tuvieron 18 hijos y se llevaron 23 años sin hablarse. Mi tía Milagros fue el último embarazo. Mi abuelo se fue y cuando volvió ya tenía 17 años.
Anecdotario
Parte de los ingresos a la Fundación Sandra Ibarra
15 de marzo. Viernes. Teatro Los Remedios. 21,30. Eva Mengíbar presenta el espectáculo ‘Los obreros del arte’. Parte de los beneficios irán destinados a la Fundación Sandra Ibarra de lucha contra el cáncer.
Canta, baila, interpreta y le hacen una entrevista
Todoterreno del arte, en la obra canta, baila, interpreta, “sonsaco, en el escenario hay la barra de un bar y Marina Bernal sube del público para hacerme una entrevista”. Dirige y produce.
Con Alicia Gil, seis años de ‘Navidad Cantaora’
La hija de José Sánchez Bernal, nombre de pila de Naranjito de Triana, cuenta con Juan María Real en la guitarra. Entre los artistas invitados, Alicia Gil, con la que lleva seis años haciendo Navidad Cantaora.
Su abuela tuvo 18 hijos, unos con b, otros con v
Su Mengívar es con v y el de su tía Milagros, la bailaora, hermana de su madre, con b. “Mi abuela tuvo 18 hijos y como no sabía leer ni escribir unos los inscribía con b y otros con v”.
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