calle rioja

Un luminoso junto al muelle de las Especias

Joaquín Ojeda, ayer, comprando el periódico que lee desde el 28 de febrero de 1999.

Joaquín Ojeda, ayer, comprando el periódico que lee desde el 28 de febrero de 1999. / José Ángel García

UN cuarto de siglo en un cuarto de hora. Un escalofrío de tiempo. Un luminoso en la Plaza de Cuba, cerca de donde salió la expedición de las Especias. 28 de febrero de 1999. En San Telmo felicitaban por el nuevo periódico del Grupo Joly a Manuel Clavero Arévalo, presidente de su Consejo Editorial. Entonces se hablaba más de Manuel Chaves González, que seguía en la Presidencia de la Junta de Andalucía, que de Manuel Chaves Nogales, el periodista, corresponsal en Francia y Alemania, biógrafo de Juan Belmonte, reportero de cuya muerte este año se cumplirán ochenta años.

Un primer número con una errata con licencia: Ito Histórico. Ito era un futbolista extremeño, de Almendralejo, que llegó al Betis procedente del Celta de Vigo y le marcó uno de los tres goles al Real Madrid. El de la portada se lo marcó Fernando Sánchez Cipitria, que besa una medalla en dedicatoria a su pareja, modelo de profesión. El Sevilla estaba en Segunda y perdió con el Badajoz. En este cuarto de siglo, los dos equipos ganaron dos Copas del Rey cada uno y el Sevilla se coronó como rey de la nueva Copa de la UEFA. El año fundacional del Diario ganó la Copa de Europa el Manchester United.

El primer gran funeral del periódico fue el de Juanita Reina, que murió el 19 de marzo de 1999, el mismo día que el poeta José Agustín Goytisolo, el primogénito de la saga. Palabras para Juana, diosa de Parras. Y el primer gran centenario, el de Velázquez. Cuarto centenario de su nacimiento, tarta pictórica con invitados como John H. Elliott y Jonathan Brown. Después irían cayendo otros centenarios: Murillo, Valdés Leal. El más reciente, Pedro Roldán. También celebramos dos quintos centenarios: el de la Primera Vuelta al Mundo que empezó Magallanes y terminó Elcano y el de Elio Antonio de Nebrija, padre de la Gramática, que es la química de un periódico.

Günter Grass hizo doblete ese año: el autor de El tambor de hojalata ganó el Nobel de Literatura y el premio Príncipe de Asturias. El periódico sale en los últimos meses de Soledad Becerril como alcaldesa de Sevilla. La única mujer que lo ha sido, la primera ministra desde Federica Montseny. El 98, que suena a generación literaria y a centenario de la pérdida de las colonias, fue el annus horribilis de la alcaldesa, que empezó con el asesinato por Eta de Alberto y Ascen en Don Remondo y acabó con el derribo del Bazar de España y el trágico balance de cinco víctimas mortales.

La americanista Enriqueta Vila apareció en el primer “En Persona” del periódico: fogonazos biográficos de gente destacada. Recuerdo ahora las puestas de largo de diferentes secciones: el antropólogo Salvador Rodríguez Becerra fue mi primer “Invisible”; el conductor de la línea 1, cómplice de la primera de mis “Historias del Autobús”; Antonio Rodríguez Almodóvar abrió el centenar largo de ediles que pasaron por la Plaza Nueva; con Enrique Valdivieso di el primero de los “Paseos por Sevilla”; el farmacéutico y novelista Manuel Machuca fue el guía en el estreno de “Metrópolis”, por la avenida Marqués de Pickman, una de las arterias que desembocan en la Gran Plaza, donde todavía sigue la pensión en la que me alojé cuando llegué a Sevilla en julio de 1977; José Ignacio Ustaran abrió en el banco de Álava la primera de las dos vueltas que le di a la Plaza de España la misma semana que cayeron las Torres Gemelas de Nueva York. El 11-S todavía existía la peseta. El 11-M de dos años y medio después ya se rige la economía por el euro. Con este periódico cambiamos de año, de siglo y de milenio. El primer año completo fue el 2000. El de los Juegos Olímpicos de Sídney, segundos en Australia después de los de Melbourne 1956 que Franco boicoteó para protestar por la invasión soviética de Hungría. El año 2000 de la Liga del Deportivo de La Coruña donde jugaba Diego Tristán, único sevillano, de La Algaba, que ha ganado el Pichichi. El año que sale el cumple Joaquín 18 años. El periódico sería notario de sus 622 partidos en Primera División. Y eso que estuvo un tiempo en Florencia. Tres sevillanos (Sergio Ramos, de Camas; Jesús Navas, de Los Palacios, y Carlos Marchena, de Las Cabezas de San Juan) fueron campeones del mundo en Sudáfrica en julio de 2010. En 1999, Aznar lleva tres años en la Moncloa. En puertas de año 2000, todavía estaba la guerra en los Balcanes.Diario de Sevilla

1999 es tiempo de espejismos. Desde 1971, será el primer año en el que Eta no cometa ningún atentado mortal, tras la tregua-trampa aprobada en septiembre de 1998. Dueños de las vidas humanas, como ese personaje de la novela de P. D. James Sabor a muerte, su manera de entender el efecto 2000 era solo con sangre. El Comando Andalucía, ensuciando un nombre tan hermoso, mató en Málaga el 15 de julio de ese año al concejal José María Martín Carpena, que acompañaba a su hija a un concierto de Maná; el 9 de octubre en Granada al juez Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior de Andalucía; y el 16 de octubre, mientras atendía en su consulta de la calle Jesús del Gran Poder, al coronel médico y otorrino Antonio Muñoz Cariñanos.

25 años. Un cuarto de siglo. Corriendo el tiempo hacia atrás, es como si desde el día que sale el , 28 de febrero de 1999, nos vamos hasta el 28 de febrero de 1974. Dos semanas después de que Carlos Arias Navarro anunciara el espíritu del 12 de febrero. La agonía política de Franco dos meses después del atentado contra Carrero Blanco. Un cuarto de siglo es como un día largo. Por eso guardo como oro en paño la dedicatoria que Francisco García Tortosa me hizo de su edición del Ulises de James Joyce firmada en un bar de Los Remedios el 11 de junio de 1999 y que estuvo retenida por presiones de un nieto del escritor irlandés. Últimos días de Soledad Becerril como alcaldesa de Sevilla. El capítulo séptimo de Ulises y el de Luces de bohemia de Valle-Inclán transcurren en la redacción de un periódico. En estos 25 años he sacado decenas y decenas de conmemoraciones, una de mis especialidades. Una de las más redondas, con un diseño genial que hizo Fali Avilés, una doble página con una pinta de cerveza negra y una pinta de cerveza rubia en el Flaherty, pub irlandés de la calle Alemanes, recordaba que en 2004 celebraban su centenario la acción de las andanzas de Leopold Bloom por las calles de Dublín y la fundación de la Cruzcampo. Estas bodas de plata de nuestro querido es otro de los broches conmemorativos. Un periódico es un pan espiritual, decía Marcel Proust. Un notario de penas y alegrías. Que ha conocido seis alcaldes, cuatro presidentes del Gobierno, otros tantos presidentes de la Junta y tres papas: un polaco, un alemán y un argentino. Y tres obispos de la diócesis nacidos en las dos Castillas. Tantos como directores de periódico en fumatas blancas de rotativa con tinta: Manuel Jesús, José Antonio, David. 25 años. En el camino se fueron los cuatro abuelos de mis hijas, nacidas cuando trabajaba en Diario 16, gobernaba Felipe González y era alcalde Alejandro Rojas-Marcos, y llegó el refuerzo de mi hijo Paco, que llegó con un pan y un periódico bajo el brazo.Diario de Sevilla

Un cuarto de siglo en un cuarto de hora. Dedicado a todos los lectores. En la persona de Joaquín Ojeda García, que desde aquel 28 de febrero de 1999 no ha dejado de comprarlo y leerlo un solo día. Historiador de vocación, maestro de escuela de oficio, casado con Rafaela, en estos años de compañía del vio crecer a sus hijos (Joaquín, Inmaculada, Jesús); vio nacer a sus nietas (Macarena, Marina). Y hoy volverá a comprar el Diario en el quiosco de Antonio en la Alameda.Diario de Sevilla

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios