Los niños de un colegio de Los Rosales se ponen cascos para protestar por el pésimo estado del centro

Los alumnos y alumnas del CEIP Menéndez Pidal, ubicado en la barriada de Los Rosales (Tocina), acudieron este miércoles al colegio portando cascos de obra para protestar de forma simbólica contra la situación de deterioro y obsolescencia que sufre el centro educativo. Construido en la década de los 60 bajo el modelo 'Sevilla', el colegio presenta "serias deficiencias estructurales", no cumple con las normativas vigentes en materia de accesibilidad, seguridad, aislamiento térmico y acústico y genera continuas incidencias que afectan a la calidad educativa. Los responsables hablan de goteras, grietas, cortes de luz y graves dificultades para el acceso de alumnos con movilidad reducida.

El Ayuntamiento de Tocina lleva más de diez años reclamando la construcción de un nuevo centro educativo, según recordó el alcalde, Francisco José Calvo. Pese a las numerosas obras de mejora ejecutadas (con inversiones municipales superiores al millón de euros en los últimos cuatro años), tanto el Consistorio como las familias consideran que la única solución viable es la sustitución completa del edificio.

Verónica Rojas, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio, fue muy rotunda. "Queremos un colegio nuevo, no parches ni remedios temporales. La situación es insostenible y nuestros hijos merecen estudiar en un entorno seguro y digno", reivindicó. "Vamos a continuar con las protestas y movilizaciones hasta que consigamos un compromiso firme y una solución definitiva", anunció también.

"El problema de este centro es estructural y no existe reforma posible que lo adapte a las necesidades y normativas actuales. Seguiremos teniendo problemas mientras no se construya un colegio nuevo. Por eso, solicito directamente a la Junta de Andalucía y al presidente Juanma Moreno que escuchen la demanda de este municipio y actúen con urgencia para dotarnos de un nuevo centro educativo digno y seguro", explicó por su parte el alcalde.

Tanto Rojas como Calvo reiteraron la necesidad de una intervención inmediata por parte de la Junta de Andalucía para resolver esta situación, que "pone en riesgo la calidad y seguridad de la educación de los niños y niñas de Los Rosales". La comunidad educativa quiso dejar muy claro que no cesará en su lucha hasta conseguir el nuevo colegio que lleva más de una década reclamando.