Los vecinos de Los Pajaritos se concentrarán cada martes de junio a las puertas del distrito Cerro-Amate. Con estas protestas quieren hacer visible el grito del barrio contra la pobreza, la exclusión social, el desempleo y el narcotráfico. Estos factores han llevado a esta zona a ser considerada como la más pobre de España en función del nivel de renta per cápita.

La plataforma cívica Tres Barrios-Amate, que representa a varios colectivos tanto de Los Pajaritos como de otras zonas próximas como la Candelaria y Madre de Dios, hizo durante su asamblea del mes de mayo un pormenorizado análisis de la situación de estos barrios, que es de "inusitada gravedad".

Así lo califica la entidad en un comunicado emitido esta mañana. "En la reunión se constató el agravamiento de dos problemas que, sin duda, son consecuencia de la marginalidad y la exclusión social: las deficiencias de seguridad derivada del comercio de estupefacientes, que esporádicamente ha derivado en circunstancias dramáticas, y el descontrol, efecto de la presión de la delincuencia organizada, en la ocupación e intercambio de viviendas, en su mayor parte de propiedad municipal", dice la nota de la plataforma.

Para los representantes vecinales, ambos problemas están "íntimamente conectados, y han producido tal alarma social que los vecinos manifiestan no sentirse seguros ni en sus propias casas, temiendo principalmente por la integridad de sus hijos".

La plataforma destaca que no se trata de problemas aislados o circunstancias coyunturales. "Por el contrario, el deterioro de nuestros barrios, crónico y globalizado, ha llegado a una situación tan insostenible que afecta incluso a la convivencia familiar y vecinal". La entidad ahonda en las causas, que radican en la "función social de barrio marginado ajeno a la vida ciudadana que el propio sistema social y la negligencia que las autoridades han provocado".

La lista de factores que detalla el colectivo es amplia: la superpoblación, la inhabitabilidad de muchas viviendas, el envejecimiento y los problemas de salud de buena parte de la población, el abandono de los espacios públicos comunitarios, las altas cotas de paro y la escasez de recursos formativos ocupacionales, el "raquitismo" de los servicios sociales, la "lamentable " situación educativa lastrada aún hoy por el absentismo, el fracaso, el abandono y la conflictividad, la carencia de vida cultural... Estos problemas castigan la vida del barrio desde hace más de treinta años.

La concatenación de todos estos factores ha llevado a miles de familias a la exclusión social. Hace más de diez años, la plataforma hizo un diagnóstico del barrio y elaboró un plan integral comunitario para la recuperación del mismo. "Ante esta propuesta, el abandono y la incuria han constituido la tónica de la intervención de las autoridades, independientemente del color político de sus titulares. Es obvio que las administraciones han dejado pudrirse durante años una situación cuya solución ahora parece cada vez más difícil". Para los vecinos, "la irresponsabilidad" de los gobernantes "raya en la inmoralidad".