Sevilla, enganchada al patinete: récord de uso, presión en urgencias y un modelo en revisión
Los patinetes eléctricos ya suman unos 40.500 desplazamientos diarios, el 37% del tráfico en el carril bici sevillano, mientras el Hospital Virgen del Rocío atiende más de 850 accidentados al año y el Ayuntamiento pone fecha al fin de los patinetes de alquiler de Voi: el 31 de diciembre de 2025.
Más de dos heridos por accidentes de patinete en Sevilla cada día en el Hospital Virgen del Rocío
La Sevilla que espera a 2026 ya no se entiende sin los patinetes eléctricos. Han colonizado el carril bici, se han colado en la conversación política y han entrado con fuerza en las estadísticas de siniestralidad. Lo que nació como una solución rápida, barata y aparentemente sostenible para moverse por la ciudad es hoy un fenómeno que obliga a hacerse preguntas incómodas: ¿cómo se convive con ellos?, ¿qué coste tienen para el sistema sanitario?, ¿qué papel debe jugar la regulación?
Los datos más recientes dibujan una paradoja evidente. Por un lado, el patinete es ya el segundo vehículo del carril bici sevillano, con decenas de miles de desplazamientos diarios. Por otro, el Hospital Universitario Virgen del Rocío atiende más de dos heridos al día por accidentes de patinete, con un total de 850 casos anuales desde 2022 y más de 3.100 personas atendidas desde 2012, según el estudio difundido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Al mismo tiempo, el Ayuntamiento y la empresa Voi Technology pactaron que los patinetes de alquiler siguiesen en la ciudad hasta el 31 de diciembre de 2025, fecha a partir de la cual el servicio se retirará. Todo esto ocurre en plena transición normativa: a partir de 2026 será obligatorio un seguro de responsabilidad civil, el registro de los patinetes en la DGT y se endurecerán las sanciones por circular sin póliza.
Con este contexto, Sevilla se asoma a un debate de fondo: el patinete ha venido para quedarse, pero el modelo actual está claramente en revisión.
El impacto sanitario
El dato que levanta la voz de alarma llega desde el Hospital Universitario Virgen del Rocío, principal referencia traumatológica de Sevilla. Desde 2012, más de 3.100 personas han sido atendidas en sus Urgencias por accidentes relacionados con patinetes eléctricos: caídas, atropellos —especialmente a personas mayores y a niños— y colisiones tanto entre patinetes como con automóviles.
La serie histórica no deja lugar a dudas sobre la tendencia. Según el trabajo fin de grado de la estudiante de Medicina Pilar Rojo Alonso, citado por el SAS, en una primera fase los siniestros crecieron de forma progresiva hasta que en 2021 se registraron 430 ingresos. A partir de ahí, coincidiendo con la consolidación del patinete como vehículo cotidiano, la cifra prácticamente se duplicó y en 2024 se alcanzan 850 accidentados, número que se ha estabilizado en torno a ese umbral desde 2022.
Ese salto no es solo cuantitativo. El mismo estudio concluye que los accidentes de patinete se han convertido en la mayor causa de entrada en Urgencias por siniestros de movilidad, por delante de la bicicleta, la motocicleta y el coche. Los accidentes en bici se habrían estabilizado tras la expansión del carril bici; los de moto muestran un ligero repunte y los de coche, en cambio, descienden, de acuerdo con el análisis.
La presión sobre el sistema sanitario, por tanto, no es menor: hablamos de más de dos personas al día entrando en el Virgen del Rocío por incidentes vinculados a patinetes, en una ciudad donde este vehículo aún circula en muchos casos sin seguro, sin formación específica obligatoria y con hábitos de riesgo normalizados (sin casco, exceso de velocidad, circulación en aceras o transporte de pasajeros).
Quiénes se están cayendo
La radiografía de las personas que llegan a Urgencias tras un accidente en patinete también está bastante definida. El trabajo de investigación realizado en el Virgen del Rocío, apunta que más del 57% de los heridos —casi 1.800 personas— tiene entre 18 y 30 años. Son, fundamentalmente, jóvenes que utilizan el patinete como complemento de ocio y para desplazamientos cotidianos de corta distancia.
Por detrás se sitúa el grupo de 31 a 45 años, con más de 700 casos, muchos de ellos vinculados a trayectos al trabajo. Es decir, no hablamos de un vehículo marginal, sino de una herramienta cada vez más integrada en la vida diaria de trabajadores y estudiantes.
En cuanto al sexo, el 54% de las personas atendidas son hombres, un patrón que suele repetirse en buena parte de la siniestralidad viaria y que aquí vuelve a confirmarse.
El perfil del accidentado
Jóvenes, hombres y por ocio: el retrato robot del herido por patinete
La doctora Amparo Fernández de Simón, de la Unidad de Urgencias de Traumatología del Virgen del Rocío, explica que en Sevilla no se observan grandes diferencias estacionales, aunque sí se detecta un ligero aumento de casos en verano y un descenso relativo en los meses de diciembre y enero.
El traumatólogo Ignacio Pérez Torres, del mismo servicio, detalla que las lesiones más frecuentes entre los usuarios de patinete son fracturas en extremidades, así como lesiones faciales y de cirugía maxilofacial. En los casos más graves se registran hemorragias intracraneales. Entre los peatones atropellados, especialmente personas mayores, son habituales las fracturas de cadera, con el impacto que ello supone en términos de pérdida de autonomía y necesidad de rehabilitación prolongada.
El estudio cuantifica, además, la gravedad de los siniestros: el 58% de los casos atendidos son leves, el 23% moderados y el 24% graves. Uno de cada diez pacientes acaba ingresando; de ellos, un 7% permanece en observación en Urgencias y un 3% requiere hospitalización, con una media de edad de 21 años entre los hospitalizados.
El otro lado de la moneda: 111.125 desplazamientos diarios
Mientras las Urgencias del Virgen del Rocío asumen la cara más dura del fenómeno, los carriles bici de Sevilla muestran su parte más evidente: el patinete se ha incorporado de forma masiva al paisaje de la movilidad diaria.
Un estudio elaborado por la consultora Estudio-MC con la colaboración de la asamblea ciclista A Contramano, realizado en noviembre de 2023, estima que la red de vías ciclistas de la ciudad soporta 111.125 desplazamientos diarios.
40.500 viajes diarios
El patinete se consolida como segundo vehículo del carril bici
Extrapolados al conjunto del año 2023 —teniendo en cuenta diferencias entre días laborables y festivos y entre jornadas lluviosas y soleadas—, esos datos equivalen a 25 millones de viajes anuales, una cifra que supera los 20,4 millones de usuarios de la línea 1 de Metro y que solo queda por debajo de los 77,5 millones de viajeros de Tussam en 2023.
El mismo estudio detallaba el reparto modal dentro del carril bici:
- Las bicicletas siguen siendo el vehículo predominante, con unos 70.000 desplazamientos diarios, en torno al 63% del total.
- Los patinetes eléctricos se consolidan como segundo vehículo, con unos 40.500 desplazamientos diarios, es decir, aproximadamente el 37% restante.
Estos datos son relevantes por varias razones. La primera, porque confirmaban ya a principios de 2024 que Sevilla es una de las ciudades europeas donde la micromovilidad tiene más peso en el reparto modal urbano. La segunda, porque proporcionan una base numérica para evaluar decisiones posteriores, como el veto al patinete en determinados transportes públicos o las futuras exigencias de seguro y registro.
El patinete compartido se despide en 2025
En medio de este panorama de uso masivo y siniestralidad al alza, la empresa Voi Technology se ha convertido en el primer gran actor del sector que sale de la foto.
Según recogimos en Diario de Sevilla la compañía ha comunicado por correo a sus usuarios que sus patinetes de alquiler seguirán operando en Sevilla sólo hasta el 31 de diciembre de 2025. A partir de esa fecha, los vehículos desaparecerán de las calles, poniendo fin a un servicio que comenzó en 2021.
El Ayuntamiento de Sevilla anunció en marzo de 2025 la retirada inmediata de los patinetes de alquiler, aunque posteriormente accedió a una prórroga sin fecha que prolongó el servicio hasta el otoño. Después de varias reuniones entre responsables municipales y la empresa, parece que se pactó una última extensión hasta final de año, que es la que ahora se ha comunicado a los usuarios.
En Sevilla circulaban cerca de 1.000 patinetes de Voi, que han venido funcionando como un sistema complementario a la propiedad privada de patinetes, especialmente para trayectos esporádicos o para quienes no quieren asumir la compra del vehículo.
Sevilla se encamina así a un modelo de ciudad en el que, al menos por ahora, el patinete compartido desaparece mientras el patinete privado se mantiene y crece. La cuestión de fondo es evidente: la presión política y social por la siniestralidad y la ocupación del espacio público se ha concentrado primero en el operador comercial, más visible y regulable, mientras que los vehículos de propiedad particular siguen presentes con menos instrumentos de control inmediato.
Normativa en transición
La tercera pata del fenómeno del patinete en Sevilla pasa por el terreno regulatorio. A día de hoy, la ordenanza municipal sevillana equipara al patinete con la bicicleta en aspectos básicos de circulación.
Qué exige hoy la normativa en Sevilla
Según esa información, las reglas actuales en la ciudad se resumen en varios puntos clave:
- Los patinetes deben circular por los carriles bici cuando existan, o por la calzada.
- No pueden ir por las aceras, ni por autovías, autopistas o túneles.
- La edad mínima para circular en patinete eléctrico es de 16 años.
- La velocidad debe situarse entre 6 y 25 km/h si el vehículo pesa menos de 25 kilos, y hasta 14 km/h si supera ese peso.
- Los usuarios están obligados a llevar casco homologado.
- El vehículo está limitado a una sola plaza, sin pasajeros.
Sobre el papel, por tanto, existe un marco regulador relativamente claro. La distancia entre la norma y la práctica, sin embargo, sigue siendo amplia en muchos barrios: patinetes con dos personas, circulación por aceras estrechas, uso sin casco o a velocidades que exceden con claridad los límites.
Qué cambiará a partir de 2026
La gran novedad llega del ámbito estatal. La modificación de la Ley de Seguros de Automóviles obligará a partir del 2 de enero de 2026 a que todos los usuarios de patinetes eléctricos cuenten con un seguro de responsabilidad civil.
Esa póliza cubrirá los daños causados a terceros en caso de accidente, y se aplicará a todos los vehículos de movilidad personal (VMP), incluidos patinetes y otros dispositivos similares. Hoy en día el seguro es ya obligatorio cuando el vehículo se utiliza con fines comerciales o en determinados municipios, pero con la nueva normativa el requisito se generaliza.
Además:
- El Consorcio de Compensación de Seguros indemnizará a las víctimas cuando el patinete implicado en un accidente no cuente con seguro, para luego repercutir el coste en el propietario si hay negligencia o manipulación del vehículo.
- Circular sin seguro obligatorio podrá acarrear una sanción económica de entre 200 y 1.000 euros, en función de la gravedad y las circunstancias del caso.
- Los patinetes deberán inscribirse en el Registro de Vehículos de la DGT, con una identificación visible —etiqueta o matrícula— que permita asociar cada vehículo a su titular.
- A partir del 1 de enero de 2027 será obligatoria la disponibilidad de certificados de homologación y circulación para estos vehículos, lo que busca evitar patinetes manipulados o que excedan las características técnicas permitidas.
No está de más recordar que la Policía Local de Sevilla intervino en torno a medio millar de accidentes con patinetes eléctricos solo en 2024, lo que ayuda a entender el contexto en el que se impulsa este endurecimiento normativo.
Todo esto configura un escenario en el que el patinete dejará de ser, jurídicamente, un vehículo “ligero” a medio camino entre la bici y el juguete para convertirse en un elemento plenamente integrado en el sistema de seguros obligatorios y control administrativo.
Un debate que Sevilla no puede aplazar
Sevilla fue pionera en apostar por el carril bici y hoy recoge los frutos de esa apuesta en forma de 25 millones de viajes anuales sobre dos ruedas o dos ruedas y plataforma. El patinete eléctrico se ha montado sobre esa infraestructura y ha multiplicado sus posibilidades de uso, hasta el punto de convertirse en una de las señas de identidad de la ciudad contemporánea.
El precio de ese éxito, sin embargo, aparece cada día en la puerta de Urgencias del Virgen del Rocío, donde más de dos personas diarias llegan con fracturas, golpes craneales o lesiones faciales relacionadas con este vehículo.
Ni la celebración acrítica del patinete como solución mágica a todos los problemas de movilidad, ni su criminalización como origen de todos los males, parecen caminos razonables. Ese es, en última instancia, el reto que el patinete plantea a Sevilla: demostrar que una ciudad puede ser amable para moverse sin coche sin convertir la salud de sus vecinos en la moneda de cambio.
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