La promotora de la residencia de Ramón Carande no tenía licencia para tirar un solo árbol

El Ayuntamiento de Sevilla ha confirmado que la promotora de la macroresidencia de estudiantes levantada en la avenida de Ramón Carande, en la zona del Porvenir, carecía de licencia para talar (apear) un solo árbol de los que jalonaban esta vía. "En el proyecto no se contemplaba ni estaba autorizado el apeo de ningún ejemplar", ha aclarado este viernes el gobierno local a este periódico.

La promotora es la empresa Nodis, que cuenta con otras residencias en Málaga y Zaragoza.

A pesar de no tener licencia para tocar los árboles, esta construcción ha destrozado 13 árboles frondosos de la especie tipuana en esta calle. Esta pérdida de sombra ha sido denunciada por la asociación de vecinos Nuevo Porvenir, que reclama la restitución de la masa verde desaparecida.

Respecto al expediente abierto por el Ayuntamiento de Sevilla a la promotora privada de la residencia de estudiantes por los daños causados al arbolado, el gobierno local no desvela qué consecuencias tendrá la empresa por saltarse la licencia.

El Ayuntamiento asegura que "con independencia del resultado" del expediente abierto, "la empresa ya se ha comprometido con el Servicio de Parques y Jardines a la reposición de los árboles y la adecuación de los alcorques en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan". Y añade Parques y Jardines que "desde el servicio se hará un seguimiento".

La asociación de vecinos de Nuevo Porvenir ha denunciado esta semana el "bárbaro" corte de las raíces que han sufrido estos árboles por parte de los operarios de la empresa constructora. Señala las malas prácticas llevadas a cabo por la empresa constructora al realizar una zanja de más de 120 metros en el acerado.

Los vecinos de Nuevo Porvenir lamentan que el Ayuntamiento no haya hecho seguimiento de estas obras para evitar la muerte de estos árboles. La entidad critica la falta de credibilidad del Ayuntamiento, concretamente del delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara, cuando afirma que el gobierno local ha hecho seguimiento de estas obras, teniendo en cuenta que "la carga de la prueba parece irrefutable a la vista de los informes técnicos presentados, y del reportaje fotográfico que se acompaña a ellos".

Los vecinos han adjuntado fotografías de cuando ya se había realizado la zanja, los días 16 y 17 de julio, antes de la caída del árbol (19 de julio).

La asociación expone que "la caída del árbol que alerta a los servicios municipales se produce el día 19 de julio. Sin embargo, existen documentos gráficos de los días 16 y 17 de dicho mes, donde se recoge la zanja realizada por la constructora y la destrucción de raíces importantes, que podían ocasionar una pérdida de estabilidad y anclaje, como desgraciadamente ocurrió".