"Nosotros tenemos más tópicos sobre los chinos que al revés"

Los Invisibles · Alejandro Montero Hernández-Barahona

Este sevillano del Valle y del Betis fue el único europeo en la escuela de cine de Abu Dhabi. Da clases de Fotografía en Shanghái.

Alejandro Montero, en la terraza del bar Europa.
Francisco Correal

21 de febrero 2015 - 05:03

HA vuelto a casa aprovechando las vacaciones del final del año lunar del caballo y el inicio del año de la cabra. Alejandro Montero Hernández-Barahona (Sevilla, 1984) es profesor de Dirección de Fotografía en una escuela de cine de Shanghái, la ciudad más poblada del mundo.

-¿Cómo empieza su formación?

-Estudié Comunicación Audiovisual. El primer año estuvimos en Matemáticas, en Reina Mercedes, porque no cabíamos todos en la Cartuja.

-¿Tenía claro irse lejos?

-Mi último año de carrera estuve con una beca Erasmus en La Haya, pero lo que decantó mi formación fue Abu Dhabi.

-¿Cómo llega a los Emiratos?

-Me matriculé en un máster de cine de dos años. Tuve la opción de ir a Estados Unidos, pero surgió la posibilidad de Abu Dhabi, de conocer los países del Golfo. Fue una decisión fundamental en mi vida. El principio de todo.

-¿Qué tipo de aprendizaje?

-Era una academia americana, porque querían poner los cimientos de una industria de cine. Tuve ocasión de conocer Bahréin y Jordania.

-Pero Abu Dhabi, como diría Juan Diego, está muy lejos de Hollywood...

-El segundo año del máster lo hice en Los Ángeles. Fue clave un curso de cine y fotografía que hice en Mallorca con Teo Delgado.

-En Los Ángeles se sentiría como una monja en el Vaticano...

-Es Roma y la Meca. Allí se respira cine por todos lados. Hay una gran cantidad de gente que se dedica o está en disposición de dedicarse al cine.

-¿Se cruzó con algún icono de Hollywood?

-En una cafetería de Los Ángeles estaba grabando Ron Howard y Angelina Jolie pasó delante de nosotros.

-Aquí puede cruzarse con Alberto Rodríguez y Paco Tous...

-Es cierto. Quizás me haría mucha más ilusión.

-¿Qué cambió en el salto de Abu Dhabi a Los Ángeles?

-Pasar de un ambiente familiar, donde yo era el único español, el único europeo, a la escuela de Los Ángeles. Un curso mucho más especializado. Ya empiezas a conocer las claves del oficio con el que has soñado toda tu vida.

-En esa etapa estaba Pau Gasol en los Lakers...

-No fui a ver ningún partido de la NBA ni al béisbol.

-¿Cómo surge la opción china?

-Por una amiga de Shanghái con la que coincidí en el máster, tanto en Abu Dhabi como en Los Ángeles. Se fue a trabajar a su ciudad y me dijo que estaban buscando un profesor de dirección de Fotografía. No me lo pensé.

-¿No le dio vértigo el salto?

-Cuando estaba empezando la carrera, hice un viaje a China que organizó un amigo de mis padres, el arquitecto Julio Chabrera. Me encantó el país.

-Le propongo una cartelera de títulos de libros y películas. 'El embrujo de Shanghái'...

-Más que el embrujo de Shanghái, el embrujo de la cultura china.

-'55 días en Pekín'.

-No he visto la película.

-'El imperio del sol' es una novela de J.G. Ballard, un escritor occidental nacido en Shanghái, ciudad que en parte Spielberg ambientó en Trebujena...

-Es una de las películas que menos se recuerdan de Spielberg.

-¿Dónde vio los Juegos de Pekín 2008?

-Estaba en Mallorca.

-¿Qué le parece la fotografía de Alex Catalán en 'La Isla Mínima'?

-Soy un fan de su trabajo en ésta y en las películas anteriores.

-¿Hay en China una industria del cine comparable a Bollywood en la India?

-Aunque peque de simplista, la gran industria, el cine comercial con el formato americano, está en Pekín. El cine independiente es el que se hace en Shanghái.

-¿Hay muchos españoles?

-Muchísimos arquitectos sobre todo.

-¿Atraídos por China o 'detraídos' por la crisis?

-Imagino que se mezclarán la aventura y la necesidad. En Shanghái hay un ambiente internacional muy bueno.

-¿Va en detrimento de su cultura milenaria?

-Shanghái es una ciudad especial. Ha sabido conservar su alma, su personalidad. Una ciudad de 23 millones de habitantes. Aquí la gente hace las cuentas y dice: eso es la población de media España. Sin embargo, nunca te pierdes en su inmensidad. Su grandeza no está sólo en su demografía.

-¿En Sevilla va a comer a los restaurantes chinos?

-No se me ocurre.

-La Haya. Abu Dhabi. Los Ángeles. Shanghái. ¿Ese trasiego lo lleva en los genes?

-Yo creo que esa curiosidad intelectual me la despertaron en el colegio San Francisco de Paula. En el tema audiovisual, se lo debo a un profesor, Alfredo Grande.

-En el año chino de la cabra se va a perder unas cuantas elecciones...

-Estamos viviendo tiempos duros, pero apasionantes. Ya he preguntado en el consulado de Shanghái para el voto por correo.

-¿Películas que le marcaron?

-Ciudadano Kane más que ninguna. Es mi película de cabecera. Las de Michael Haneke. Y una que vi en Mallorca, Deseando Amar, de Wong Kar Wai, chino de Hong-Kong. La vi en Mallorca y marcó mi vocación de dedicarme a la dirección de fotografía.

-Todos sus alumnos son chinos. ¿Cómo ven España?

-La mayoría de los chinos no han viajado. No conocen muy bien a los extranjeros. De nosotros manejan tópicos como que somos muy pasionales con lo que nos gusta y que nos va mucho la fiesta, venga fiesta. Les chocará que los españoles que vamos allí nos tomamos las cosas muy en serio. Nosotros tenemos muchos más tópicos sobre ellos. Una serie de estereotipos e ideas preconcebidas que yo he procurado desterrar desde el primer día.

-¿Tiene algún proyecto?

-Nunca me he ido del todo de España y de Sevilla, donde mantengo algún tipo de colaboración. En Shanghái estamos trabajando en un largo, un drama social, con la técnica de 3D. Estamos en contacto con una empresa canadiense especializada en esos equipos.

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