Turistas al límite en plena alerta roja en Sevilla: "Es como estar dentro de un horno"

La ciudad roza los 45 grados en plena ola de calor y los visitantes luchan por disfrutar mientras buscan sombra, agua y algo de aire

Sevilla, en riesgo extremo por calor, vivirá máximas de 40 grados durante siete días

El Ayuntamiento de Sevilla amplía las medidas ante el aviso rojo por altas temperaturas previsto para este martes

Los turistas buscan la mínima sombra en la zona monumental del centro de Sevilla para refugiarse del sol. / Juan Carlos Muñoz

"Es como estar dentro de un horno abierto", dice Emily, una turista británica de 26 años, que intenta refugiarse bajo los naranjos de la Plaza del Triunfo mientras se abanica con el plano turístico de la ciudad. Ella y su pareja, Tom, habían planeado este viaje a Sevilla con ilusión desde hace meses, pero no contaban con una alerta roja por calor extremo, con temperaturas que pueden llegar este martes a los 45 grados.

A las 12:30, el termómetro junto a la estación Plaza de Armas marcaba 44 grados. Muy cerca, las calles del casco histórico lucían medio vacías, y quienes salían a pasear lo hacían con paraguas al estilo de sombrillas, sombreros, botellas de agua y pasos lentos. "Queríamos visitar la Catedral por dentro y nos hemos encontrado mucha gente que, como nosotros, se refugiaba dentro del calor", cuenta Tom, visiblemente acalorado.

Un turista se cubre del sol con un abanico y ropa protectora. / Juan Carlos Muñoz

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado este martes la alerta roja por temperaturas extremas en la campiña sevillana con temperaturas que podrían superar los 44 grados. Es el aviso más alto por calor en la escala de alertas del organismo meteorológico y se mantendrá hasta última hora de la tarde. Para este miércoles habrá un mínimo alivio y el aviso baja a naranja, que continuará el jueves, también con valores máximos por encima de 42 grados y mínimas que no bajan de 25 durante la noche.

"Nos han dicho que a esta hora no se puede estar fuera. Pero sólo estamos aquí tres días, y queremos aprovechar", explica Marco, un turista italiano que pasea con su familia por la Avenida de la Constitución cuando el reloj marca las 11:30 horas. "Estamos haciendo descansos cada media hora, nos refugiamos en cafeterías con aire acondicionado. No es lo ideal, pero es Sevilla, y queríamos conocerla", añade.

Pero no todos los turistas están resistiendo igual. En la Puerta de Jerez, una mujer alemana es auxiliada, abanico y botella de agua en mano, por varios transeúntes que la sientan en un banco a la sombra. Según algunos testigos, la mujer llevaba un rato caminando bajo el sol sin protección adecuada. "Este calor no es normal para venir de visita", comenta una mujer mientras presencia la escena.

El sector turístico, por su parte, se adapta como puede. Ángel es dueño de uno de los coches de caballos ubicados en la céntrica Avenida de la Constitución. Destaca que han "disminuido las horas de trabajo" y que durante las horas más fuertes del día se "quita del medio". "Yo a mediodía me voy, no hay quien pare por aquí, pero los turistas nos reclaman a cualquier hora. Ayer a las tres de la tarde estábamos en pleno paseo con una familia", reconoce. Con todo, el cochero reconoce que, aunque montarse en un coche de caballos y hacer una ruta por las calles de Sevilla es uno de los planes favoritos de los turistas, el verano es tiempo de "supervivencia". "Vamos sobreviviendo", afirma rotundo.

Muchos hoteles han reforzado el servicio de aire acondicionado y los restaurantes del centro están ampliando sus horarios de apertura nocturna. "La mayoría de los clientes ahora vienen después de las 21:00. Antes de eso, las terrazas están vacías", señala el camarero en un local de la calle Albareda.

Un grupo de turistas, najo paraguas a modo de sombrillas, en la cola para visitar el Alcázar. / Juan Carlos Muñoz

Por su parte, según confirman empleados de las empresas de turismo, el calor no para a los turistas. "La sensación es que aquí ya no hay temporada baja. Podemos hablar de momentos más flojitos, pero estamos en temporada buena todo el año", explica Felicidad, de la Oficina de Turismo City Expert en la Avenida de la Constitución.

En su opinión, y bajo su experiencia, los atractivos de la ciudad se mantienen en verano en la misma línea del resto del año, con la Catedral como monumento estrella. "Es un lugar fresco y la gente aprovecha los momentos de más calor para visitarla", explica. Sobre la procedencia de los visitantes a Sevilla en el mes de agosto, destaca la mayor presencia de turismo internacional, sobre todo, italianos, franceses y mexicanos, y una casi anecdótica visita nacional. "El turista local se cuenta a cuentagotas, pero al internacional no le da miedo el calor", apostilla.

Desde el Ayuntamiento de Sevilla se insiste en seguir las recomendaciones sanitarias: evitar la exposición al sol entre las 12:00 y las 18:00, hidratarse constantemente y priorizar las visitas en las primeras horas del día o al anochecer. Pero el turismo no entiende de olas de calor. Sevilla sigue atrayendo, aunque a 45 grados, la experiencia puede dejar más sudor que recuerdos.

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