Guilherme Arana es uno de los hombres a los que pretende darles salida Monchi. El lateral brasileño, fuerte apuesta del Sevilla cuando Óscar Arias era director deportivo, debe salir y zanjar una situación enquistada, después de que el club pagara por él al Corinthians 11 millones de euros en enero de 2018.

Muchos han sido los clubes que han preguntado por Arana, tanto en España como en Italia, por ejemplo. El último, el Spal, pero, como ha sucedido en clubes de la Liga interesados en él, como el Valladolid o el Mallorca, su salario ofrece un impedimento por ahora infranqueable.

Choca esta realidad con el deseo de Arana, que preferiría seguir en la Liga, porque en enero de 2020, dos años después de su aterrizaje en Sevilla, ya podría tramitar su nacionalización española. Los clubes italianos interesados pueden tener más cash para pagar su ficha.

Ese es el laberinto en el que andan en estos momentos el futbolista y Monchi, tratando de encontrar la mejor solución para todas las partes, y con fecha de caducidad para la solución de la ecuación, el próximo lunes 2 de septiembre a las 00:00.