Sevilla FC

El as guardado en la manga de Lopetegui

Carolina Marín y Juan Carlos Álvarez Campillo, en el CAR Joaquín Blume.

Carolina Marín y Juan Carlos Álvarez Campillo, en el CAR Joaquín Blume. / M.G.

Julen Lopetegui se ha mostrado siempre muy preocupado por los aspectos mentales y anímicos de sus futbolistas, y mucho más en la actual situación de confinamiento. El entrenador del Sevilla dejó claro esto el pasado 23 de marzo en los medios del club, en los que se mostró muy crítico con ciertas reacciones institucionales, tardías según él, ante el coronavirus. Aquel día ya dijo que "el factor emocional va a ser muy importante" y mostró su preocupación por los futbolistas que estaban solos en sus casas, sin apoyo de familiares. Además, anunció una nueva ayuda para sus jugadores: "Vamos a tratar esta semana de que tengan las herramientas individuales para soportar emocionalmente esta situación". Y esa semana el Sevilla fichó a Juan Carlos Álvarez Campillo.

En realidad se trata de un colaborador externo, un psicólogo de Oviedo afincado en Madrid especialista en el coaching deportivo que está acostumbrado a tratar con deportistas de élite. Su objetivo es medir la respuesta emocional y el trabajo anímico de los futbolistas durante el confinamiento. Su obra está recogida en el libro El entrenador mental, que va por la tercera edición.

Álvarez Campillo se reencuentra así con Lopetegui, con el que ya colaboró en dos anteriores etapas, tanto en el Oporto, desde 2014, como ulteriormente en la selección española, a partir de 2016. Ahora lleva una semana evaluando y guiando a los futbolistas confinados en sus domicilios durante el Estado de Alarma.

El psicólogo se autodefinía así en SFC Radio: "Entrenador mental es una buena definición, porque la mente y las emociones se pueden entrenar. Ahora estamos en una situación en la que los miedos nos afectan a todos, a nivel social, económico y de salud", decía sobre la crisis del Covid-19.

Campillo Campillo había trabajado ya con otros entrenadores, como Eusebio Sacrístán y también con Carolina Marín. A la súper campeona onubense de bádminton, la convirtió en la primera occidental en ganar un oro olímpico en bádminton. Fue en los Juegos de Río de Janeiro, en 2016. "Juan Carlos, mi entrenador personal, me ayudó a creer que puedo y a gestionar la presión de la final", dijo la onubense en vísperas de su partido en Río ante la hindú Pusarla Venkata Sindhu.

Los halagos a su labor también llegan de otra campeona olímpica, en este caso Ángela Pumariega, oro de vela en Londres 2012. "En el deporte de alto rendimiento las diferencias técnicas entre los deportistas son mínimas, es en el aspecto mental donde se marcan las diferencias. Trabajar con mi coach Juan Carlos me ayuda a crecer como deportista y como persona", dijo la regatista entonces.

Otro ejemplo de su labor está en la selección masculina de hockey hierba. Así se refería a su coach el capitán del equipo español que logró la plata olímpica en Pekín 2008, el ya retirado Santi Freixa: "El trabajo de coaching para la selección española supuso una transformación personal y colectiva que nos llevó a disfrutar, competir y entrenar como no lo habíamos hecho antes. (...) Talento convertido en acción y equipo transformado en equipazo".

La colaboración de Álvarez Campillo no va tanto encaminada en este caso a la ayuda a la respuesta del colectivo sino al control de la situación anímica de forma individual, en un contexto de altibajos emocionales y aislamiento como el del confinamiento obligado por el Estado de Alarma. A eso se suma la incertidumbre sobre si se volverá a competir y cuándo. E incluso el futuro de muchos futbolistas que tienen en el aire sus contratos en estos momentos.

"Los he encontrado en un estado de gran fortaleza, disciplina y responsabilidad en cumplir sus rutinas y sus protocolos diarios. Cuidan la alimentación, descanso, etc. Están muy concienciados y con muchas ganas de aprovechar este tiempo para volver lo mejor posible", explicaba ayer Campillo sobre el estado de los futbolistas, con los que ya ha tenido la ocasión de ir hablando uno a uno, de forma particularizada.

"Lo mental y lo emocional son importante siempre. Cuando un jugador va bien de técnica y táctica, un problema con su familia puede hacer que el día de competición esté descentrado y no dé lo máximo. (...) En una situación como la de ahora, lo mental tiene una importancia mayor, porque tenemos muchos pensamientos de incertidumbre, ansiedad, inquietud, etc. Si no lo gestionamos no podemos cambiar ese estado de ánimo, que debilita nuestro sistema inmunológico", comentaba Álvarez Campillo, un experto en técnicas de liderazgo y pionero del coaching deportivo en España.

Es el as tapado en la manga de Lopetegui, que ya tiró del psicólogo ovetense en 2014 y 2016. "Con el enfoque y las técnicas de Juan Carlos he comprobado que todos tenemos un gran tesoro y un talento dentro que hay que descubrir y potenciar", decía el guipuzcoano sobre su entrenador mental. Ahora parece más necesario que nunca.

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