Muy poco a poco, el Sevilla avanza en la planificación, aunque la operación salida sigue condicionándolo todo, incluso la situación de los canteranos. Con el cuarto fichaje ya hecho realidad en la figura de Djibril Sow, tras los de Badé, Gattoni y Pedrosa, quedan varios puestos a reforzar, como el delantero o el extremo izquierdo, que están pendientes de las ofertas firmes que lleguen por sus mejores valores de mercado, léase Bono y En-Nesyri, dos titularísimos que viven la paradoja de la necesidad económica del club. Y en ese complejo contexto, la cantera alza la voz y pide sitio.

Lo hizo con fuerza en Guadalajara Juanlu Sánchez (Sevilla, 15 de agosto de 2003). En el césped y ante los micrófonos del club. Es quizá el canterano que de forma más manifiesta está pidiendo a voces, literalmente en este caso, un sitio en la plantilla.

Aunque sitio no es precisamente lo que sobra. Pero no es el único canterano que ha levantado el dedo de la rebeldía. La dirección deportiva, por ahora y coincidiendo con la necesidad de centrales de Mendilibar en la gira norteamericana, ha paralizado la salida de Kike Salas, cuando parecía que todo estaba encauzado para que fuera de nuevo cedido al Tenerife, donde recaló en préstamo desde enero pasado. Y Manu Bueno también está gustando mucho por las prestaciones y el crecimiento que está ofreciendo.

Kike Salas vigila de cerca a Ayoze durante el derbi de Guadalajara.

La casuística es variada con los tres canteranos, dos sevillanos y uno jerezano, y el club debe buscar una solución para cada uno de ellos, como lo está buscando para Iván Romero, que sí parece claro que saldrá cedido a otro equipo potente de Segunda División.

El caso de Juanlu es paradigmático y su mensaje desde Guadalajara, donde realizó un partido muy completo como lateral derecho, fue diáfano como el agua clara. "Tenía ganas de demostrar que quiero un hueco en esta plantilla y por eso salgo en cada partido a dejarme la vida". La vida, no, pero el pecho casi se lo deja ante los puñetazos cariñosos que les dio Mendilibar a los tres canteranos tras el triunfo en el derbi...

No hay nada como tener al míster contento 🤝🥹#LaLigaSummerTour pic.twitter.com/9VSVXe0mwJ

— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) August 3, 2023

De abanderado, el versátil Juanlu

Juanlu, que el próximo 15 de agosto cumplirá 20 años, ha madurado competitivamente en la cesión al Mirandés de la pasada temporada. Y esta pretemporada incluso llegó a jugar dos partidos de 90 minutos seguidos, ante el Ceuta y ante el Independiente del Valle, partido este en el que Montiel sintió molestias en el calentamiento. Su prestación está siendo más convincente que la del argentino, que se mantiene en su estatus de indefinición, aunque ante el Betis tuvo que adaptarse al lateral izquierdo por el reparto de esfuerzos.

El problema de Juanlu es que tiene por delante a su "ídolo desde chico", Jesús Navas, y al propio Montiel, quien sabe que en el Sevilla de Mendilibar no será titularísimo y podría atender ofertas... Pero por una u otra razón, Juanlu podría quedarse en el ambiguo rol de futbolista del primer equipo con dorsal del filial. Cuenta también con la ventaja de su versatilidad. Era extremo derecho, se recicló a lateral, ha jugado de extremo izquierdo, de mediapunta...

La ventaja del más joven, Manu Bueno

Manu Bueno lo tiene incluso más fácil, porque aún podría seguir perteneciendo al filial, por edad (Jerez, 27-07-2004). Es un año más joven que Juanlu y el Sevilla podría tirar de él teniéndolo a caballo entre el segundo y el primer equipo. Mendilibar está muy pendiente de su evolución, le da muchas instrucciones tácticas para que mejore y es palpable esa evolución, como se vio en el derbi.

En apenas un rato, le dio frescura al fútbol, le dio ritmo, cambios de juego... Con un desparpajo impropio para un chaval que está ante su último año como juvenil y que ya anteriormente había dado prueba de su prestación como centrocampista. Quizá no de medio centro puro, de 6, pero sí como 8, algo más adelantado. 

Kike Salas, apagafuegos de la zaga

Kike Salas (Sevilla, 23-04-2022) tenía acordada su nueva cesión al Tenerife, esta vez con opción de compra. Pero la incierta situación de Marcao, que se quedó en Sevilla tras su nueva lesión muscular, y también la de Nianzou, invitaron a Mendilibar a llevárselo a Norteamérica.

Y allí ha vuelto a demostrar, como hizo en la primera mitad de la temporada pasada, que tapa agujeros en una zaga siempre problemática. Por eso no está claro su destino, que dependerá de si hay salidas o alguna cesión en la zaga. Porque, por su rol y estatus, lo tiene más complicado que los otros dos compañeros canteranos de viaje. Lo cierto es que la cantera se reivindica. Y Mendilibar le presta atención. Aunque el mercado será el que mande, como siempre...