Inventar empieza a cansar a Machín
Sevilla FC
El soriano advierte que el nivel no va a ser siempre óptimo si la plantilla no ofrece respuestas l Perder a su delantera titular ha sido un nuevo conflicto que manejar
Pablo Machín está más que contento en Sevilla. La situación clasificatoria es casi inmejorable, su trabajo está muy reconocido, tiene a muy buenos jugadores a su disposición (los mejores que ha dirigido jamás) y sabe que la afición es un valor seguro, pero todo eso no quita para que empiece a cansarse de una situación que no estaba prevista cuando comenzaron sus conversaciones con el Sevilla, allá entre mayo y junio.
El soriano está resolviendo los problemas que se le plantean y está sorteando con destreza, pericia y, sobre todo, resultados las curvas que le está obligando a trazar las carencias que tiene una plantilla que ha costado muchísimo dinero confeccionar para que presente las lagunas evidentes que tiene. Machín siente que, pese a tener al Sevilla donde lo tiene, está viéndose obligado a construir algo que no es verdaderamente suyo y que se escapa a la idea que traía cuando Caparrós y él hablaron de trasladar su Girona a una plantilla con las máxmas aspiraciones. Machín ya lo ha dejado claro en varias de sus comparecencias públicas. Siente que inventar –como ha hecho para meter a Ben Yedder en su modelo– está bien para momentos puntuales, pero no como norma.
La nueva lesión de Ben Yedder, unida a la de Andre Silva, ha sido otro momento de retroceso en la moral de Machín, que empezaba a ver con la recuperación de tres de los cuatro lesionados graves de septiembre que las cosas empezaban a ponérseles mejor.
Ben Yedder, según desvelaron las pruebas médicas a las que se sometió ayer, sufre “daño muscular en el isquiotibial derecho” y no se ejercitó ayer, aunque, según explica el club, es duda “para los dos partidos de esta semana”. El mismo dato da respecto a Andre Silva, que empezó a hacer ejercicios de readaptación y no está claro si podrá jugar ante Akhisar y Espanyol.
Pero la respuesta de Muriel y Promes no convence a Machín. Ambos se alinearon juntos frente al Villanovense y ante la Real Sociedad, partidos en los que el Sevilla no sólo no marcó, sino que casi no disparó a puerta y en el caso de Anoeta hasta obligó a un paso atrás. Además, el técnico se ha visto obligado a repetir un esquema distinto al suyo que encima fue adaptado para hacer coincidir a dos delanteros que ahora no tiene (Silva y Ben Yedder). Pero no puede volver a su esquema antiguo porque no dispone ni de un nueve de referencia ni de dos centrocampistas adecuados, pues sólo tiene a Banega y ha tenido que reconvertir a Franco Vázquez y a Sarabia en interiores con labores defensivas.
En la defensa le ocurre tres cuartos de lo mismo. Las lesiones lo obligan a sobreesforzar a futbolistas como Sergi Gómez –así cayó Kjaer– y a utilizar a jugadores de otras posiciones, como ha hecho con Amadou y Escudero.
Machín tiene que hacer encaje de bolillos en las tres líneas, mientras tiene en una plantilla corta a futbolistas que están dejando claro que no llegan al nivel de los primeros espadas. En mensajes públicos ya ha dejado claras sus dudas con jugadores como Gnagnon, Muriel o Promes, ha recordado que deben llegar los refuerzos que, por una cosa o por otra, no se concretaron en verano y le ha mandado algún que otro ultimátum a algunos jugadores. Particularmente están señalados el francés, el colombiano, Nolito y Roque Mesa, aparte de que todo el mundo da por hecho que Borja Lasso saldrá en enero. Y cinco jugadores que no suman son demasiados en una plantilla de 23.
Los primeros roces con Caparrós, si no han aparecido ya, tardarán poco en surgir, aunque todo se podrá reconducir en el mercado de enero, donde el utrerano deberá cumplir con los deberes del verano y tapar lo que la primera vuelta haya dejado al desnudo, que no es poco. Un central o hasta dos, un nueve, un Portu, un pivote y puede que hasta un portero puede ser la lista.
El nuevo e indefinido lenguaje de los partes médicos
No ha inventado nada el Sevilla con esto. Hay muchos clubes que también siguen esta estrategia, pero para los profesionales del mundo del fútbol sorprende de alguna manera el nuevo lenguaje que se emplea en las notas oficiales que se emiten referentes a los partes médicos en los que, de alguna manera, informan sobre el estado de las lesiones en el fútbol.
El Sevilla volvió a recurrir a él en la información sobre las pruebas realizadas a Ben Yedder, sobre quien sólo apunta que tiene “daño muscular”, sin aclarar si se trata de sobrecarga, contractura, elongación, rotura o microrrotura y, por supuesto, sin mencionar plazos de recuperación, algo ya que los médicos –no sólo a la prensa sino a los propios entrenadores– no mencionan para no pillarse los dedos, pues los procesos de recuperación de la misma lesión pueden ser distintos en cada jugador.
El término extendido y que abunda desde hace tiempo es el de “pendiente de evolución”, con el que no se sabe si los servicios médicos o los departamentos de comunicación despachan este tipo de informaciones que, evidentemente, son de máximo interés para la opinión pública.
El fin del mensaje es ocultar una información (al rival o al propio aficionado) que al final sale a la luz, pero que, mientras, obliga a hacer cábalas, según las palabras utilizadas. Ben Yedder ya viajó a San Sebastián con molestias (de ahí que fueran 19 y puede que incluso por ello se retrasara la sesión a por la tarde), pero no se supo que estaba lesionado hasta que el delegado entregó el acta.
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