Copa del Rey | Almería-Sevilla

Semifinalista ante un buen ‘Primera’ (0-1)

  • El Sevilla vuelve a clasificarse para unas semifinales de la Copa del Rey gracias a un excelente gol de cabeza de Ocampos

  • El Almería fue un dignísimo rival de los nervionenses

  • Así te hemos contado el partido

Ocampos ha cabeceado el gran centro de Suso y el balón entra en la portería de Fernando.

Ocampos ha cabeceado el gran centro de Suso y el balón entra en la portería de Fernando.

El Sevilla volverá a jugar unas semifinales de la Copa del Rey, es decir, su hábitat natural en el presente siglo XXI tras superar un listón mucho más alto de lo esperado en su visita al Almería. Lejos de ser un equipo de la Segunda División, además con la segunda unidad en el campo, no con los titulares, el cuadro rojiblanco fue un rival dignísimo, muy superior a otras escuadras de la máxima categoría que están muy lejos de ese nivel de competitividad, y de calidad, justo es reconocerlo.

Pero los sevillistas, con Julen Lopetegui al mando, tienen por buena costumbre fallar raras veces. Jamás se descomponen, aceptan el duelo que les plantean los adversarios y se ponen, como diría el propio entrenador vasco, a picar piedra, a ir horadando la resistencia del adversario hasta que acaban tumbándolo. En esta ocasión fue a través de un cabezazo de Ocampos que se asemejó en su ejecución a aquel que también pusiera sobre la lona al Wolverhampton en la Liga Europa, aunque esta vez el ejecutor del centro fue Suso y no Banega, que debe estar gozoso viendo a los suyos abrigado por los petrodólares.

En un concurso de semejanzas y de imágenes que se vienen encima en esta concatenación, conviene resaltar que este Almería tiene mucho que ver con los dineros que maneja un jeque que es capaz de gastar en torno a diez millones de euros para traer a joyitas a las que seguramente va a rentabilizar después con sus ventas, léase Darwin Núñez o en el futuro el gigante Sadiq. Y ya que se nombra a Banega, pues no negará ningún sevillista que sobre el césped del Estadio de los Juegos del Mediterráneo no se movió un futbolista teñido de rubio también y que se los recordó a pesar de moverse en posiciones algo diferentes.

Porque estos cuartos de final de la Copa del Rey sirvieron para que Alejandro Gómez, más conocido como Papu, debutara con la elástica sevillistas. Julen Lopetegui tenía prisas por meterlo en la dinámica, apenas cuatro entrenamientos con sus nuevos compañeros y la otrora estrella del Atalanta ya se hacía con los mandos de este Sevilla en base a su extrema calidad con el balón en los pies y también, por qué no resaltarlo, a su personalidad para asumir toda la responsabilidad. Ítem más, estaría fatigado, pero no hubo un solo seguido de la causa nervionense que no rechistara hacia sus adentros cuando el entrenador estimó que el físico del Papu ya había aguantado demasiado esfuerzo y decidió sustituirlo por Suso.

Una vez más, como casi siempre, Lopetegui llevaba la razón, ya que el zurdo gaditano, otro prodigio de calidad, fue capaz de agarrar la manija con idéntica precisión en los pases y largó un centro impresionante para que Ocampos desviara la pelota con la cabeza y metiera media bolita del Sevilla en el sorteo de las semifinales. Restaba mucho tiempo por delante y con un Almería de este nivel enfrente el esfuerzo estaba garantizado pero la espita estaba ya abierta para una meritoria clasificación.

Porque el Sevilla tuvo que emplearse a fondo sobre el mojado césped del estadio almeriense, mojado hasta parecer que había descargado una borrasca peor que Filomena, para acabar clasificándose. Ni siquiera el prometedor inicio de los visitantes, que evidenciaban desde la alineación tomárselo muy en serio, fue capaz de acongojar a un Almería que siempre tuvo claro su modelo de juego para hacer sufrir a los sevillistas.

Las fotos del Almería-Sevilla de Copa del Rey Las fotos del Almería-Sevilla de Copa del Rey

Las fotos del Almería-Sevilla de Copa del Rey / EFE

En esa fase inicial hubo un tiro raso de Aleix Vidal, un cabezazo de Ocampos en un buen centro de Papu Gómez y otra opción de De Jong, que no llegaron a convertirse en gol, y dejaban todo muy abierto antes de la segunda mitad. Incluso, el Sevilla se salvaba del primer susto en una indecisión de Bono que no fue aprovechada por Ramazani.

Lopetegui decidió meterle un punto más de ataque al equipo con la entrada de Munir por Gudelj para que Papu Gómez fuera aún más como un verso libre a la hora de la construcción del juego, pero tampoco consiguió el gol que abriera el camino así. Koundé no conectó, primero, con el propio Papu en una llegada del central al corazón del área y después el francés estrelló un cabezazo en el larguero.

El partido demandaba más soluciones y allí comparecieron Suso y En-Nesyri para que el Sevilla, por fin, pudiera superar a Fernando en el gran cabezazo de Ocampos. Después llegarían otros acercamientos peligrosos ya en pleno acoso de un Almería que jamás pudo inquietar de verdad a un Bono excelentemente protegido por los suyos.

El Sevilla vuelve a estar en semifinales tras superar un duro escollo y eso, que es una alegría más que justificada, pues sencillamente se convierte en algo habitual para un equipo que ha hecho de estas situaciones su hábitat natural durante el siglo XXI.

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