Sevilla FC

Banega, para lo bueno y para lo malo

  • El argentino ha llevado el peso del Sevilla hasta que, quizá llevado por la fatiga y la impotencia, ensució su temporada en Gerona

  • Sigue pendiente su renovación, opción que debe valorar Monchi en la reestructuración de la plantilla

Banega dialoga con Arana en un entrenamiento del Sevilla.

Banega dialoga con Arana en un entrenamiento del Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Éver Banega ha enfadado a una gran parte del sevillismo que le recrimina haberse quitado del cartel en los últimos partidos por su reprochable acción al final del Girona-Sevilla. Se hace poca justicia con el argentino al pensar que esa reacción violenta sobre Pere Pons tuviera un mínimo ápice de premeditación. Fue más bien fruto de la rabia, de la impotencia, de la fatiga, de ver cómo se escapaba un partido que era vital para el objetivo de la Champions. Y quizá también estuvo mediatizada, aparte de por la entrada del medio centro del Girona, por la faltita previa al gol de Portu, un contragolpe que derivó de una pérdida del argentino, que reclamó falta al igual que Roque Mesa, que también cayó ante el propio Pere Pons. Banega llegó asfixiado al final de la temporada y su ausencia ante el Leganés se antojó determinante.

Los cuatro partidos de sanción que le cayeron al medio centro argentino ensucian una temporada en la que ha llevado el peso del equipo, con poca ayuda de otros medios centro. Aún es el futbolista de campo con más minutos de todo el Sevilla, tras el meta Vaclik lógicamente. Sergi Gómez puede superarlo ya que el argentino no jugará más y se encuentra con 4.041 minutos, entre todas las competiciones, por los 4.075 de Banega. Con que el central juegue uno de los dos partidos que restan lo superará. Pero ya es significativo tanta carga de minutos y partidos en un futbolista que no destaca por su físico.

Su protagonismo, y su soledad en el eje, se puede ver en estadísticas como las recuperaciones de balón. Durante buena parte de la temporada ha liderado la faceta de los robos de balón y actualmente aún está entre los que más pelotas recuperan para su equipo, con 50. Asimismo, ha contribuido no sólo a la creación de juego, sino en la faceta ofensiva, con ocho goles en total, tres en la Liga. Y también se ve su pujanza, a veces excesiva, en que es el líder en tarjetas amarillas de toda la Liga, con tres ciclos cumplidos (15, el último la quinta que vio en Gerona antes de la roja directa), más una doble amarilla, ante el Villarreal y la expulsión de Montilivi.

Competición le impuso un partido por el ciclo de amarillas y tres más "por infracción del artículo 123.2 del Código Disciplinario RFEF", que se refiere a producirse de manera violenta "al margen del juego o estando el juego detenido", tal y como redactó en el acta González González. Si sigue en el Sevilla, se perderá el primer partido de la próxima Liga.

Y ahí está la cuestión que debe afrontar Monchi, pues Banega está pendiente de renovar su contrato y ya ha habido acercamientos por las partes. También puede pesar el toque que le ha dado el club. Pero el propio futbolista habló recientemente de tal posibilidad en tono positivo, deseando alargar su etapa en el Sevilla. Otra cosa es que el club de Nervión no llegue a lo que pide el argentino, quien a sus 30 años –cumplirá 31 el próximo 29 de junio– aún tiene fútbol que ofrecer y un buen cartel en Europa.

El Arsenal ya se interesó por él, según la prensa inglesa, pero Banega desoyó en enero los cánticos de sirena de Inglaterra. Siguió a lo suyo, echándose el equipo a las espaldas tanto con Pablo Machín como con Joaquín Caparrós. El primero incluso hizo un cambio de sistema y lo dejó como único medio centro, al escoltarlo con los mediapuntas Sarabia y Franco Vázquez en las posiciones de interiores. Pero aquello tenía fecha de caducidad, por la excesiva carga de partidos y responsabilidad.

Con Caparrós, sólo ha funcionado Banega cuando ha tenido al lado a Gonalons. Cuando éste sufrió la lesión de aductores, volvió a aparecer el agujero en la medular. Monchi debe meditar si en su reestructuración total de la plantilla quiere contar con Banega, quien puede rendir mejor si se lo dosifica o se lo acompaña con medios de empaque y presencia física. Después de tantos servicios, con 51 partidos en sus piernas y en su cabeza esta campaña, su final no debería ser aquella pataleta de Montilivi.

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