El Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva celebra hoy su Junta General Ordinaria de Accionistas. La asamblea de los accionistas mayoritarios y sindicados será a partir de las 16:00 en el hotel Meliá Lebreros. Y como es habitual en el último lustro, el consejo de administración presidido por José Castro presentará muy buenos números. Habrá superávit, otro curso más, después de que el Sevilla rebasara en el ejercicio pasado los 200 millones de ingresos. La cifra de negocios del ejercicio 17-18 ascendió a 226 millones de euros, lo que dejará unos beneficios cercanos a los 30 millones, con lo que aumentará nuevamente el superávit del curso anterior, que fue de 23,5 millones de euros.

Los datos económicos del Sevilla viven su cénit histórico. Y José Castro los presentará como su mejor credencial frente al creciente runrún sobre la posible venta de los paquetes mayoritarios de acciones. También los evidentes logros deportivos del Sevilla. Pero los distintos movimientos y denuncias de Accionistas Unidos y Tercera Vía Sevillista han dejado un panorama de incertidumbre en una Junta de Accionistas que, aun así, apenas verá desencuentros.

Pero algo se mueve en el Sevilla y de hecho el consejo de administración, tras realizar la convocatoria de la Junta de Accionistas el pasado 23 de octubre, se vio obligado a añadir dos complementos de convocatoria al orden del día por petición expresa de las dos principales voces de la oposición. José María del Nido pidió la "remoción íntegra del consejo de administración y la determinación del número de miembros del consejo (...) y nombramiento de nuevo consejo de administración". Fue incluido como noveno punto del orden del día, en sustitución del original, que era uno similar: "Nombramiento y/o reelección de administradores". Habrá renovación profunda del consejo.

El pasado jueves hubo reunión del actual consejo y quedaron marcadas las directrices de esa renovación profunda. Por la parte de José Castro, que cuenta con los apoyos de mayoritarios como Rafael Carrión, Roberto Alés y Francisco Guijarro, saldrán cuatro consejeros, y sólo uno de ellos cumplía el mandato de los seis años, Juan Luis Villanueva. El hombre de las cuentas no será renombrado, pues entiende que ha cumplido un ciclo y Castro tendrá que nombrar a un nuevo responsable del área económica. Otros tres consejeros entraron en 2014, Faustivo Valdés, y 2015, Pedro Ellauri y José Luis Moscoso, y no terminarán mandato, pese a que que fueron incluidos en el consejo por parte de Castro.

Así, el presidente del Sevilla, con los apoyos de los accionistas mayoritarios, tendrá que nombrar a cuatro nuevos miembros de un consejo de doce personas. Tres de éstas corresponderán a la representación accionarial de José María del Nido, quien asimismo debe nombrar a dos nuevos consejeros por la salida de Ramón Somalo y la vacante que había dejado su hijo, que dimitió en la primavera de 2017. Según ha podido saber este diario, José María del Nido Carrasco regresará al consejo.

El otro complemento de la convocatoria fue el que presentó Accionistas Unidos junto con la Federación de Peñas Sevillistas. Tres puntos del orden del día han sido incluidos gracias a la sindicación de más del 5% del capital social.

El primero (10º en el orden del día) es la "modificación del artículo 18º de los Estatutos Sociales relavito al quorum (...) aumentando al 75%, en primera convocatoria, y al 70%, en segunda, la mayoría de votos necesaria para transmitir, disponer o gravar" el estadio y la ciudad deportiva. Será un asunto candente y se prevé un arduo debate ante los rumores de venta a capital extranjeros de los paquetes mayoritarios. El segundo (11º en el orden del día), "la propuesta de modificación del artículo 7º de los Estatutos Sociales (...) para que el abonado del Sevilla FC tenga preferencia sobre el extranjero o extraño en la adquisición de acciones". Y el tercero (12º), la "modificación del artículo 8º de los Estatutos Sociales (...) para que el número máximo de votos de un mismo accionista en una Junta General sea del 30%". La Junta deberá debatir y aceptar o rechazar estos asuntos.