El Sevilla y el gol: el huevo o la gallina

"Tenemos que tratar de mejorar nuestra relación con el gol". La frase, pronunciada por Julen Lopetegui tras el partido con la Real Sociedad, después de que el Sevilla no lograra disparar ni una vez entre los tres palos, sonó a acto de contrición. "Esperamos y deseamos mejorar en esa faceta", añadió, al ser inquirido si el parón serviría para afilar los ataques del equipo que menos goles encaja de la Liga... y también el que menos goles marca entre los cinco primeros. La teoría de la manta de Joaquín Caparrós tiene una plasmación perfecta en lo que le está ocurriendo al Sevilla esta temporada, en la que es junto al Liverpool el equipo de las grandes ligas que menos pierde, sólo dos veces, pero es que empata tanto...

El parón poco le permitirá a Lopetegui, más allá de una reflexión íntima con sus técnicos. Ayer apenas pudieron entrenar sobre el césped seis profesionales, Jesús Navas, Rakitic, Joan Jordán, Óliver Torres, Lamela y Martial, el único delantero. Los once internacionales están fuera –entre éstos Munir y En-Nesyri– y a ellos hay que sumar a los seis lesionados conocidos, con Rafa Mir como uno ellos. Es decir, poco trabajo colectivo se puede realizar estos días en pro de esa mejora necesaria.

Entretanto, las cinco victorias consecutivas del Barcelona y el Atlético han colocado a los perseguidores del equipo de Lopetegui a tres puntos. Y esa mala relación con el gol tiene muchísimo que ver, porque la solidez no le da al Sevilla más que para empatar.

El debate sobre el juego y las carencias de la fase ofensiva han acompañado al cuerpo técnico de Lopetegui en paralelo a la racha de lesiones, o incluso desde antes de que ésta se hiciera patente a raíz de noviembre. Y no se sabe bien si la escasa producción ofensiva es por la limitación de los delanteros de la plantilla o por el sistema de juego, el huevo o la gallina. Desde luego, en marzo se ha evidenciado una pertinaz mala racha de los atacantes. Tecatito y Martial ni se han estrenado en la Liga, aunque el francés sí marcó en la Europa League. En-Nesyri no ha sumado ningún tanto desde su vuelta de la Copa de África y apenas Rafa Mir, a cuentagotas, sostiene mal que bien el rédito goleador del Sevilla.

La racha, o el mal estado de forma, de los atacantes, puede tener que ver tanto con el sistema de juego como con el esfuerzo continuado de un reducido grupo de futbolistas que han soportado el goteo de lesionados. Sea una u otra la razón, el Sevilla es el equipo menos goleador de los cinco primeros, con sólo 40 goles: lo superan Real Madrid (59), Barcelona (56), Atlético (53) y Betis (50). Incluso está por detrás de Villarreal (48) y Valencia (42). De los históricos, sólo los vascos son más rácanos ante el gol: Real Sociedad (29) y Athletic (33) son junto a Osasuna (29) los equipos menos goleadores entre los diez primeros.

En el Sevilla el máximo anotador liguero es Rafa Mir, con ocho tantos. Lo siguen Ocampos, con cinco, y Papu Gómez, ahora lesionado, y Lamela, recién salido de lesión, con cuatro. El contraste con los goleadores de sus rivales directos es tremendo. En la Real Sociedad, hasta su lesión, Oyarzabal llevaba 9 goles. Y de ahí hacia arriba, la comparación hasta ofende.

En el Real Madrid han marcado 32 goles Benzema, 17 Vinicius y 10 Marco Asensio. En el Barcelona, Aubameyang se ha sumado a lo grande con 7 tantos desde enero, y ya está a tres de Depay (10). Incluso De Jong, cedido por el Sevilla, lleva una mejor ratio que el segundo goleador sevillista (5 en 15 partidos; 5 de Ocampos en 22). En el Atlético han sumado 11 tantos Correa, 9 Luis Suárez y 6 Joao Félix. Y Juanmi acredita 12 en el Betis, por delante de Borja Iglesias y Willian José (8) y Fekir (6). Y aquí surge el dilema de si fue antes el huevo o la gallina: ¿problema colectivo o lastre individual?