La profundidad de plantilla y la mano de Lopetegui

Sevilla FC

La participación de los cinco cambios en los goles refuerzan la gestión versátil del técnico guipuzcoano

Análisis táctico: la preciada profundidad

Lopetegui da otro paso hacia la versatilidad táctica

Jesús Navas, Munir, Rakitic, Gudelj, Diego Carlos, Óscar Rodríguez, Bryan y Joan Jordán, en Cádiz.
Jesús Navas, Munir, Rakitic, Gudelj, Diego Carlos, Óscar Rodríguez, Bryan y Joan Jordán, en Cádiz. / Lourdes De Vicente

Aun con la plantilla por perfilar, el Sevilla de Julen Lopetegui demostró en Cádiz que en el grupo que tiene a sus órdenes hay soluciones para adaptarse a lo que demandan los partidos. Sin pilares como Fernando y Koundé, que descansaron en la grada, el giro táctico y los cambios que realizó el guipuzcoano en el todavía Ramón de Carranza le dieron un peleado triunfo al Sevilla, en una segunda parte en la que se hizo patente que las pruebas que venía realizando en los amistosos de pretemporada tenían su motivo: dar más posibilidades tácticas al equipo para hallar nuevas vías en pro del triunfo.

No es que de buenas a primeras se haya inventado Lopetegui un nuevo dibujo táctico. El 4-3-3 continúa siendo la piedra angular de la disposición táctica del Sevilla de Lopetegui. Y ya en su primera temporada fue recurrente el giro dentro de un mismo partido hacia otro esquema, un 3-5-2 con defensa de tres, dos carriles y dos delanteros. De esa forma llegó la remontada en Cádiz, cuando Munir y De Jong se ubicaron en la doble punta de lanza, Acuña formó parte del eje de retaguardia junto a Diego Carlos y Gudelj y las bandas quedaron para Jesús Navas y Ocampos o Bryan, cuando salió el canterano como último cambio.

El Sevilla marcó primero con una jugada ofensiva de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro: basculación de Rakitic a Jesús Navas y centro a De Jong, propia del dibujo clásico. Pero el partido lo ganó con el juego por dentro que ofrecieron Munir con su movilidad y sus desmarques en el frente de ataque y los pases profundos e interiores de Joan Jordán primero y Óscar Rodríguez después.

De esa forma, el Sevilla de Lopetegui, aun sin que esté perfilada su plantilla, demostró en su puesta de largo en la nueva Liga que ha ganado en variantes tácticas, pese a que ahora pueda echar de menos a un manijero que marcaba los tempos como era Banega. Un defecto que debe paliar entre la visión de juego y la calidad de Rakitic, cuya llegada también debe ser importante una vez que esté en forma, Joan Jordán u Óscar Rodríguez.

El Sevilla ganó con sus tres caras nuevas en el campo: Acuña y Rakitic de titular y Óscar Rodríguez como suplente, amén de Bryan, último cambio. Y también con el recurso de las armas que ya tenía: Munir y De Jong paliaron el déficit de profundidad y gol que hubo en Cádiz con En-Nesyri, un hombre que tuvo su papel en la fase final de la Europa League y que ahora parece enredarse en sus piernas.

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