Antología del duelo y la presión
El pulso entre dos viejos amigos, Simeone y Almeyda, y sus estilos marca un clásico liguero y un gran reto para los visitantes
Simeone: "El Sevilla es una transparencia absoluta de lo que transmitía Almeyda"
El estilo futbolístico de dos viejos amigos, Diego Pablo Simeone y Matías Jesús Almeyda, maestro y aprendiz, marca el interesante duelo de esta tarde en el barrio de las Rosas, en el distrito San Blas-Canillejas, donde se levanta el imponente estadio Metropolitano, antes La Peineta y ahora, tras varias denominaciones auspiciadas por los patrocinios, con el prefijo de Riyadh Air.
Y con mucha literatura de fondo, por ejemplo cómo el Atlético crece y crece ahora al abrigo de un fondo extranjerto, el Sevilla comparece otra vez en el territorio de un grande soñando con volver con los tres puntos y habiendo dejado señalado el puño en la mesa. Para 17 años va que un gol de Luis Fabiano llevó la alegría de vuelta en el equipo de Manolo Jiménez. Aquello fue en el mítico Vicente Calderón. En la Copa sí coronó el Metropolitano Vicente Montella en aquel año que la final en este mismo escenario ante el Barcelona se llevara por delante primero a Óscar Arias y semanas después al entrenador italiano, ahora seleccionador de Turquía.
Esto es distinto. El Sevilla de Almeyda encendió una lucecita con el 4-1 al Barcelona. Después la apagó de la forma más triste. Queda volver a activar a una afición que se ilusiona con poco y que siempre siente palpitaciones especiales cuando tiene que medisrse a uno de estos colosos de la Liga entre los que ya se ha metido el Atlético.
Y el duelo Simeone-Almeyda ofrece un prisma nuevo y atractivo. El fútbol de sus equipos recuerda al que practicaban cuando vestían de corto. El Cholo y el Pelado, ambos centrocampistas argentinos de meter pierna pero también de saber tocar e ir hacia delante, han construido sus equipos sobre la base de la presión y la intensidad, innegociables en el ideario de uno como de otro, habiendo vestido además los dos la camiseta del equipo al que dirigen. Simeone con un bagaje amplísimo que va por doce años atornillado en su traje negro en la banda antes del Calderón y ahora del Metropolitano y Almeyda tratando de crear una identidad en su primer año en la Liga española.
Lógicamente, la plantilla de uno no es la del otro. En esa dirección iba el mensaje de Almeyda ayer. “El Atlético está hecho para pelear por el campeonato. El nuestro está para otra cosa”, insistía sin volverle la cara a la grandeza del fútbol, en el que once contra once puede pasar cualquier cosa.
El duelo individual, el empuje, la presión, la falta táctica, el agarrón, la intensidad, el juego viril, la verticalidad, la velocidad a la contra de Giuliano o de Juanlu y Carmona... todo eso tendrá cabida en un choque apasionante que es uno de los grandes clásicos de la Liga y que encima tendrá el atractivo de la vuelta a La Peineta de un Azpilicueta que llegó a tiempo y que puede volver a traer una defensa de tres...
Temas relacionados
No hay comentarios