Valencia-Sevilla: Reinstalado en la angustia

La previa

El equipo de Almeyda tiene que acudir a la heroica para salir del marasmo negativo en que se halla la institución y romper la racha de tres puntos sumados de 18

Almeyda ni completa la convocatoria para Valencia: 21 jugadores y ocho bajas

Alfon, Manu Bueno y Akor Adams caminan ante un grupo en un entrenamiento. / José Ángel García

Como de golpe y porrazo, el Sevilla y el sevillismo se han reinstalado en la angustia vital. Matías Almeyda ya no ilumina esperanzas nuevas con su discurso, cada vez más vacuo por la imposibilidad de trasladarlo al césped. “No vengo a convencer a nadie con palabras, sino con resultados”, dijo en su presentación. Qué lejos aquel hálito de ilusión. Tanto como el 5 de octubre pasado, en el que la goleada sobre el Barcelona convirtió Nervión en un manicomio. Ahora la locura solo tiene tintes negros, como en los dos años precedentes. Y Mestalla se antoja un pico inalcanzable para este equipo que vuelve a ser permeable a todas las miserias de la deriva del club.

El derbi descerrajó la caja de Pandora de los truenos sevillistas que parecía haber blindado bajo llave el técnico argentino. Pero es que sólo sumó tres puntos de los últimos 18 jugados, es decir, en el tramo desde aquella tarde memorable de hace poquito más de dos meses cuando la escuadra de Almeyda laminó al líder de la Liga, de nuevo, con dosis de fortuna como el penalti que falló Lewandowski con 2-1 en el marcador.

Onces probables. / Infografía / E.F.

Quizá si el formidable delantero polaco hubiese marcado desde los once metros se habría escrito otra historia desde entonces. Pero la realidad es que el Sevilla que acude hoy a jugar con un rival directo en Mestalla no sólo se ha depauperado estratégicamente sino que ya no transmite nada.

En Almendralejo, ante más de 4.000 enfervorizados sevillistas que mantienen incólume y ardiente su amor por un club en descomposición, se comprobó eso: ganó ofreciendo poquísimo y por la mínima a un rival de Segunda RFEF. ¿Qué hará pues este equipo en grave crisis de identidad frente a un rival directo que, muy al contrario, tiene una relativa trayectoria ascendente?

Las ocho bajas con que acude el Sevilla a Valencia, donde sigue siendo recibido de uñas desde aquel 1 de mayo de 2014 en el que Mbia reabrió la puerta de la gloria europea, ponen más sal en la herida sevillista. Almeyda no sólo debe recomponer una defensa con cinco ausencias notables. A saber: Juanlu, Nianzou, Marcao, Kike Salas y Suazo. También debe reconstruir anímicamente a un equipo roto que fue incapaz de inquietar al Betis en el derbi.

Ese día el sevillismo se guardó su rabia bajo la premisa de no lavar la ropa sucia a la vista del odiado vecino. Pero el partido del siguiente domingo contra el Oviedo el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán será un hervidero de pasiones aderezadas con la inminente Junta General de Accionistas del lunes 15 y el trasfondo de la venta del club. El termómetro subirá más o menos dependiendo de lo que suceda esta sobremesa en Mestalla, donde esperan dar otro salto en la clasificación y alejarse de la zona de descenso a costa del Sevilla, ese rival familiar que dejó allí aquella dolorosa herida europea. En Valencia olisquean la sangre y el Sevilla llega exhibiendo sus llagas...

Contra este contexto tan negativo que se retroalimenta con las malas sensaciones acumuladas en los últimos años debe luchar Almeyda y su escuálida tropa. El técnico argentino no quiere ni hablar de esquemas de juego. Parece como reticente a reconocer que su ideario se le ha caído y ahí está el dato de ser el Sevilla de la Liga de tres puntos con más goles encajados, 23.

Este equipo ni fue capaz de dejar la portería a cero en sus dos eliminatorias coperas ante Toledo y Extremadura... ¿No es el día para volver a la zaga de tres centrales? El técnico argumentará que no tiene suficientes piezas para ello. ¿Ni el día de darle el balón al rival y acorazarse en busca de un juego más directo, renunciando a la salida del balón desde la feble zaga? Qué menos que esto, que requiere un poco de humildad. Quizá este, el de la humildad, sea el camino para retomar de forma heroica la senda positiva. Épica contra la angustia. No queda otra.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último