La urgente misión de recuperar a Isaac
Caparrós debe usar su experiencia para sacar rendimiento al único delantero centro disponible de la plantilla tras su banquillazo en El Sadar
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El Sevilla comenzó este lunes por la tarde, en pleno apagón eléctrico nacional, a preparar su final contra el Leganés. Joaquín Caparrós se reencontró con sus futbolistas para iniciar ese proceso de mentalización que él mismo anunció como primordial en el actual contexto del equipo nervionense, situado a cinco puntos de Las Palmas, que marca el descenso, y a siete puntos del penúltimo clasificado, precisamente el próximo visitante del Ramón Sánchez-Pizjuán. Como para no calificar e partido de final… Y ese proceso de mentalización urge recuperar a Isaac.
El lebrijano es el único delantero centro disponible de la actual plantilla desde la salida de Iheanacho y la lesión del que estaba llamado a ser su relevo, Akor Adams. No hay más cera que la que arde, aunque esta expresión suene a broma pesada en pleno apagón eléctrico y con muchas velas encendidas en hogares y establecimientos españoles. Y Caparrós debe subirlo a su carro inmediatamente después de que le hiciera el feo en Pamplona de no darle ni un minuto pese a que el Sevilla necesitaba al menos empatar.
Los precedentes del encuentro del próximo domingo presentan una doble realidad que el Sevilla está obligado a romper ya: los blanquirrojos no ganan en el Ramón Sánchez-Pizjuán desde el pasado 14 de diciembre, coincidiendo con el último partido de Jesús Navas en Nervión (1-0 al Celta); y además Isaac atraviesa una larguísima sequía goleadora en casa, donde no ha marcado esta temporada y no lo hace desde el partido con el Mallorca de la pasada Liga.
Los tres tantos que lleva Isaac en el campeonato liguero han sido fuera de casa. Rompió su larga sequía en el Metropolitano aunque de poco sirvió tras la durísima remontada que sufrió el Sevilla (4-3). Volvió a marcar en la siguiente salida al Bernabéu (4-2) y participó en la goleada del Sevilla en Valladolid (0-4). Y se acabó al margen de otro golito en la Copa también a domicilio.
El delantero de 24 años siempre ha hablado con calma de su situación tras su fulgurante irrupción en el Sevilla desde el invierno de 2024. Quique exprimió su brío juntándolo primero con Ocampos y luego con En-Nesyri pero García Pimienta no logró sacar de él más que trabajo y voluntad. Pese a que el esquema del Sevilla del catalán fue derivando hacia un 4-4-2 con una teórica dupla atancante, en realidad nunca estuvo acompañado por otro delantero puro salvo ocasionalmente. Y ahí se ha resentido su rendimiento. Ahora Caparrós debe recuperarlo por vía urgente. Y lo primero será hablar con él y explicarle su suplencia y su falta de minutos en El Sadar.
El utrerano, como él mismo ha indicado, está centrándose en la labor mentalizadora. Charlas y más charlas, colectivas e individuales. “No hay tiempo para cuestiones tácticas o técnicas”, dijo la víspera del partido en Pamplona. Sin embargo, esta semana entera de preparación sí debe servirle para realizar una labor especial tanto de psicología con el equipo y su único delantero centro disponible como de preparación táctica para mejorar el rendimiento ofensivo de todo el equipo.
En El Sadar el Sevilla se topó, al margen de la muy discutible y recurrida roja a Lukébakio, con su ya proverbial impericia para hacer goles. Creó muchas más ocasiones que el Osasuna incluso jugando con un futbolista menos. Tuvieron claras llegadas aún con once Lukébakio y Hormigo y ya con diez Agoumé, García Pascual, Saúl (las tres en saques de esquina) y Peque… mientras Isaac lo veía todo desde el banquillo.
El hecho de que no lo sacara pudo responder a la particular forma que tiene Caparrós de picar el amor propio de los futbolistas. A Isaac, por la ansiedad que estaba mostrando pese a los continuos cariños que había recibido de García Pimienta, le venía bien un descanso. Pero quizá fue excesivo que cuando el Sevilla necesitaba empujar para buscar el empate en Pamplona no recurriera a él de alguna forma el utrerano.
El domingo contra el Leganés tendrá que tirar de él. No está la cosa para experimentos e Isaac, pese a sus limitaciones, que las tiene, es el único delantero centro puro. Un futbolista que además contagia con su esfuerzo y su generosidad en la presión. Urge recuperarlo para la final, mental y futbolísticamente. Y tiempo sí hay en esta ocasión.
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