Ventiladores de techo, todo lo que debes hacer para que sean seguros
La instalación de un ventilador de techo obliga a tener en cuenta aspectos como la altura, los materiales o el grado de resistencia del techo, así como la presencia de puntos de luz y sujeción
Con la llegada del verano, el interior de los hogares se transforma para soportar mejor los episodios de calor. En este sentido, y a falta de aire acondicionado, los ventiladores de techo se erigen como una alternativa interesante para mantener una temperatura agradable y fresca en tu vivienda. No obstante, si es la primera vez que compras un aparato de este tipo, debes tener en cuenta varios aspectos a la hora de instalarlo.
En la actualidad, existe una amplia oferta de ventiladores de techo que varían en función del diámetro, si dispone o no de luz o el tipo de accionamiento. Pero ¿en qué debes fijarte para que la instalación de tu ventilador de techo sea segura?
¿Cuál es la altura mínima para instalar un ventilador de techo?
En primer lugar, debes tener en cuenta que la distancia mínima de seguridad entre las aspas de un ventilador de techo y el suelo es de 2,3 metros, si bien es preferible situarlo a 2,4 metros. Esto se debe a que las aspas de un ventilador giran a gran velocidad y, si no están a una altura prudencia, podría dañarnos si las tocamos o enredarse en algo.
Por tanto, la altura mínima del techo debe estar sobre los 2,6 metros. Por otra parte, la distancia máxima entre el ventilador y el suelo debe ser alrededor de 2,7 metros para que su efecto se note. En el caso de que el techo sea bajo, puedes instalar el ventilador sin tija, aunque su rendimiento será menor. En cambio, en techos demasiado altos, por encima de los 3,1 metros, acoplar esta extensión se torna mandatorio.
Su instalación en techos inclinados como, por ejemplo, en habitaciones tipo buhardilla, dependerá según el modeo. En cualquier caso, la inclinación debe ser de un máximo de 15º y no tocar con las aspas en el techo. Asimismo, hay ventiladores aptos para exterior e interior, y otros que son solo para interior, por lo que se recomienda seguir estrictamente las indicaciones del fabricante.
Tamaño, superficie y ubicación
Ante dudas con el tamaño, es más efectivo un ventilador de techo de gran diámetro que gira lentamente que uno pequeño que debe trabajar a máxima velocidad. No obstante, esta premisa puede variar en función de la superficie utilizada.
Un ventilador de techo suele pesar entre 6 y 10 kilos, lo que obliga a utilizar una sujeción adecuada. En falsos techos de escayola o pladur, se recomienda situarlo de forma que coincida con uno de los soportes que lo sujetan, o bien colocar un soporte adicional de refuerzo, así como utilizar tacos de vuelco. En caso de ventiladores de grandes dimensiones se recomienda contar con un ayudante o bien delegar la instalación en un profesional.
En definitiva, las condiciones de la instalación variarán en función del material o el grado de resistencia del techo: no es igual un techo de obra donde antes colgaba una lámpara que un falso techo sin punto de luz, que obligará a hacer llegar un cable de alimentación. Consultar con un profesional te ayudará a decantarte por la mejor opción.
¿Qué mantenimiento requieren los ventiladores de techo?
Una vez instalado el ventilador de techo, se debe realizar una prueba de encendido y volver a repasar todas las fijaciones, por si el movimiento las hubiera aflojado. Del mismo modo, si notamos algún ruido o algo extraño en la instalación eléctrica, se debe revisar la colocación y que los cables no presenten desperfectos.
Otros consejos útiles es mantener una correcta limpieza de la estancia y alejar los ventiladores de techo del peligro que puede suponer el polvo o las fugas de gas. También es aconsejable revisar las fijaciones al menos dos veces al año.
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