Macías sigue en la UVI pero con una favorable evoluciónLa terna se estrella frente a una descastada corrida de El Ventorrillo
Las lesiones que sufre el matador mexicano herido en El Puerto no han precisado de más intervenciones quirúrgicas y en breve el diestro podría pasar a plantaEl Juli, Manzanares y Luque, sin opciones en la segunda corrida de la Feria de Santander
El diestro mexicano Arturo Macías, herido muy grave el pasado domingo en la plaza de El Puerto de Santa María, sigue en la UVI del Hospital General de Jerez, donde evoluciona favorablemente, se le ha retirado la respiración asistida y se descarta una segunda intervención quirúrgica.
Macías pasó la primera noche sin fiebre y, aunque "con los dolores lógicos, su estado empieza a ser muy bueno. Se encuentra consciente y afortunadamente no sufre lesiones pulmonares, ni cerebrales, ni hepáticas ni torácicas, por lo que no hizo falta intervenirlo por segunda vez como en un principio se tenía planteado", señaló Emilio Méndez, jefe de prensa del torero de Aguascalientes.
"Está aún en la UVI, pero es posible que en breve pueda pasar a una habitación de planta, según las impresiones que tenemos de los médicos", resaltó Méndez.
Macías fue sometido la madrugada del lunes a un TAC y a varias analíticas, y los doctores, aunque se mantienen cautos por la gravedad de las heridas, hablan ya de una cierta mejoría.
Aunque el torero tiene afectada la pleura, han quedado descartados los daños en órganos vitales, así como fracturas de costillas e infecciones alarmantes. "Nada de eso hay. De la misma manera que ya es seguro que no habrá una segunda operación en la que se iba a determinar el alcance de los dos orificios que presentaba la herida. Es una doble cornada, pero está todo controlado", continuó Méndez.
El estado de Macías sigue siendo "delicado", pero ya está "consciente" y después de todas las pruebas realizadas, "su vida no corre peligro", recalcó.
Y aunque se prevé que en unas horas pueda abandonar la UVI de este centro hospitalario jerezano, "ni mucho menos se puede calcular cuándo será dado de alta, ni los plazos de convalecencia".
Macías se tiró a matar sin salirse de la suerte al quinto toro de la corrida, segundo de su lote, de la ganadería de Buenavista, que le prendió a la altura del pecho, le levantó del suelo y le zarandeó unos segundos en el aire.
El parte médico señaló que Macías presentaba "dos heridas en la cara lateral del hemitórax derecho, que se comunican entre ellas, con un trayecto que atraviesa la pared torácica y le produce un neumotórax", con pronóstico "muy grave".
El descastadísimo comportamiento de los toros de El Ventorrillo lidiados ayer en Santander condicionaron el desarrollo de un festejo en el que tan sólo Daniel Luque podía haber cortado una oreja del que hizo tercero de no haber fallado con la espada. Tanto El Juli como Manzanares sólo pudieron intentarlo en balde con un encierro de muy buena presentación que tuvo como denominador común la mansedumbre y la falta de raza.
Daniel Luque lidió un tercer ejemplar de intachable presentación pero que salió sin celo. Luque, muy centrado en su actuación, cimentó su labor por el pitón derecho. Sin embargo, el desatino con la espada impidió un mayor reconocimiento. El sexto tampoco fue la excepción.
El Juli, no tuvo opciones con un primer toro alto, muy fuerte y con cuajo que ya de salida, al igual que hiciera en el tercio de banderillas, marcó querencias hacia tablas. Con la muleta, sujetó a un toro mirón y probón llevándoselo a los medios pero su mansa y descastada condición no le permitió lucimiento alguno. La faena fue un infructuoso esfuerzo del torero por sacarse al animal del abrigo de las tablas. En su segundo turno, sorteó un jabonero que rozó los 600 kilos y, como el resto de la corrida, de descastado comportamiento al que intentó sujetar sin éxito debido a su huidiza condición.
José María Manzanares tampoco tuvo posibilidad alguna. Primero lidió un toro que mostró signos de una posible lesión . El animal, nunca pudo y pronto se acobardó y Manzanares sólo pudo pegarle algunos muletazos pues pronto buscó el abrigo de los tableros. Lo mejor de la actuación fue el espadazo y el quite por chicuelinas que protagonizó en su turno El Juli.
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