"Hasta el último momento tengo la esperanza de torear en Sevilla"

El matador de toros Javier Castaño afronta la temporada 2018 junto al sevillano José Sánchez Hipólito como apoderado en una nueva etapa que afronta "con mucha ilusión. Hipólito me ha dado mucha confianza y me transmite muchas cosas positivas. Cuando llegue octubre espero hablar de una temporada bonita"; afirma el diestro. A punto de hacerse públicos oficialmente los carteles de la Feria de Abril -se presentan el próximo lunes-, Castaño, que no está en la programación que se ha avanzado, afirma: "Hasta el último momento tengo esperanza de estar anunciado en La Maestranza", donde no ha regresado desde la tarde de su triunfo en la Feria de Abril de 2016, en la que concretó una actuación heroica al lidiar dos toros de Miura, todavía mermado físicamente tras superar un cáncer de testículos.

-Javier, ¿cuántos festejos sumó en 2017 y qué fue lo mejor y peor de la temporada?

-Actué en diez corridas de toros. La tarde más importante, quizás por la plaza, fue Pamplona. En Madrid me enfrenté a dos toros de Cuadri que no dieron facilidades. Lo peor, por supuesto, fue la cornada en el cuello que sufrí en Navaluenga y de la que tuve que salir a torear en Salamanca prácticamente sin estar recuperado. En cuanto a faenas, me sentí a gusto en Alba de Tormes, mi primera del año, y en Leganés a un toro de Adelaida, al que corté las dos orejas.

-¿Por qué no toreó en Sevilla tras su hazaña en 2016?

-No surgió la cosa. No hubo ni contacto con la empresa. Me dio un poquito de pena. Por eso, este año me gustaría repetir con la de Miura. Lo que agradece uno como torero es el respeto que se le tenga al hombre.

-En el avance de los carteles no aparece. Si se confirma su ausencia de manera oficial, ¿qué supondría para usted?

-Sería otro palo más. Tengo muchísimas ganas de volver a Sevilla. He tenido tardes muy bonitas en la Maestranza y la más emocionante de mi carrera sucedió en 2016 después de salir de una gran enfermedad y muy mermado físicamente. Aquella tarde me dio alas, me dio vida. Me encantaría volver a pisar ese ruedo. Hay motivos para estar y agradecer a la afición como me trataron.

-¿Estará en Madrid?

-En Madrid debo estar. Es decisivo para todos los toreros y un examen que debemos pasar. Como en muchas temporadas, será fundamental para mí.

-¿En qué momento de su carrera se encuentra?

-Aunque suene a tópico, muy bueno. Anímicamente me encuentro muy bien. Con las nevadas que caen por Salamanca estoy entrenando con más fuerza que nunca. Estos días, en el toreo de salón en La Glorieta, a pesar de los guantes, ni siento los dedos. A un torero con la moral muy alta no hay quien lo pare porque el toreo es un estado de ánimo que se refleja en la plaza.

-Usted es una persona muy generosa, ¿le ha perjudicado esa cualidad cuando ha dado su sitio a su cuadrilla y al toro en las corridas duras?

-Creo que no. Soy partidario de cubrir todos los tercios con el mejor espectáculo. Siempre he sido generoso y he mirado por el aficionado.

-¿En qué momento se encuentra su tauromaquia?

-Quiero ahondar en el sabor añejo del toreo. Veo muchos vídeos de toreros antiguos y quiero rescatar ese sabor añejo.

-¿Cuáles son las aspiraciones para un torero que ha pasado por todo?

-Quiero relanzar mi carrera y ser un torero respetado.