Salir de compras: Dulces de Moguer en la calle San Pablo

La empresa familiar va ya por la cuarta generación y continúa fiel a sus recetas.

Ángela Serrato

10 de octubre 2013 - 01:00

De sobra conocida, la pastelería de Moguer es uno de los grandes reclamos gastronómicos de la vecina Huelva. Desde hace más de un siglo, una familia del municipio ha dado continuidad a una tradición pastelera que desde hace unos meses ocupa un lugar especial en pleno centro de Sevilla. Confitería la Victoria ha abierto la que es su cuarta tienda en el número 45 de la calle San Pablo, todo un lujo para los amantes de los dulces y, sobre todo, de su elaboración artesanal.

Hoy es la cuarta generación de la familia la que se ocupa de un negocio que iniciaba en el último cuarto del siglo XIX Baldomero García Ramos, bisabuelo de los actuales propietarios. Años después su yerno Juan Acebedo Guerrero junto con su mujer Felisa García López y sus hijos (María, Rocío y Juan) construirían un nuevo obrador y tienda en la calle Almirante Hernández Pinzón, que aún hoy sigue abierta y que se ha convertido en un símbolo para la sociedad de Moguer. Desde entonces la empresa, hoy con los hermanos Acebedo Núñez al frente, ha ido creciendo (actualmente tienen una tienda más en Moguer y otra en Huelva) pero se ha mantenido fiel a las recetas tradicionales de unos dulces que son famosos mucho más allá de Moguer y que cuentan con muchos seguidores entre el público sevillano.

La tienda que Confitería la Victoria ha abierto en Sevilla recibe a diario los pasteles tradicionales de Moguer, entre los que se encuentran delicias como milhojas, petisus, piononos, exploradores, juanitas, pesuñas, romanos o merengue tostado. En su apuesta por seguir avanzando, la tienda ofrece también algunas de las propuestas más actuales que firma Confitería la Victoria. Es el caso de la mousse (de varios sabores) o las tartas (de turrón y nata, sacher o tres chocolates, entre otras). De la tierra, Confitería la Victoria ha traído también hasta Sevilla quesadillas y una selección de artículos salados (canapés surtidos, empanadas, ...) que se sirven por encargo además de para eventos, como ocurre con la pastelería.

Con Moguer siempre presente en este negocio familiar, la nueva tienda vende también una selección de Bodegas Sáenz (vermut rojo y blanco) y ha reservado un espacio para que los clientes puedan degustar sus pasteles con un café.

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